Traducido por el equipo de Sott.net

Enfrentamientos esporádicos se produjeron en las manifestaciones masivas del sábado en las principales ciudades europeas, ya que miles de personas salieron a las calles de Viena, París y Roma para expresar su descontento con las restricciones por Covid-19.
People protest against COVID-19 measures in Vienna, Austria
© Reuters / Leonhard FoegerPersonas protestan contra las medidas por Covid-19 en Viena, Austria, el 20 de noviembre de 2021.
En Viena, la capital austriaca, se produjo el sábado la mayor participación en una protesta desde el inicio de la pandemia de Covid-19. Un total de 38.000 personas salieron a las calles de la ciudad para unirse a una docena de manifestaciones protestando contra las medidas del gobierno.


Las protestas se produjeron un día después de que las autoridades austriacas ordenaran la vacunación obligatoria en todo el país a partir del 1 de febrero e impusieran un confinamiento total a partir del lunes. La masiva procesión, que se extendió a lo largo de varios kilómetros, marchó a lo largo de la circunvalación central de Viena. El centro de la ciudad estuvo paralizado durante varias horas, mientras que se restringió el tráfico.

El derechista Partido de la Libertad de Austria, cuyos miembros se unieron a las concentraciones, cifró en 100.000 el número de manifestantes. A algunas manifestaciones asistieron también miembros de diversos grupos de extrema derecha. Las protestas fueron en general pacíficas, pero las imágenes publicadas por la agencia de noticias en vídeo Ruptly mostraron varios enfrentamientos entre la policía y los manifestantes.


Las fuerzas del orden hablaron de un total de cinco detenciones. En uno de los incidentes, un manifestante intentó agarrar la pistola de un agente y sacarla de su funda. En otro incidente, lanzaron a los agentes botellas y fuegos artificiales y tuvieron que usar gas pimienta como respuesta.

A cientos de kilómetros de Viena, en la capital francesa, París, los acontecimientos tomaron un cariz más dramático. Allí, una manifestación contra las medidas gubernamentales por Covid-19 coincidió con el tercer aniversario del movimiento de los Chalecos Amarillos. Cientos de manifestantes participaron en la protesta, que rápidamente se convirtió en enfrentamientos entre los manifestantes y las fuerzas del orden.


Los manifestantes construyeron barricadas y les prendieron fuego, además de lanzar a la policía botellas y otros proyectiles. Las fuerzas del orden respondieron con profusas cantidades de gas lacrimógeno, llenando a veces calles enteras de un espeso humo para dispersar a la multitud.



En Roma se produjo una manifestación masiva contra el pase sanitario Covid-19 italiano, también conocido como Pase Verde. Unas 4.000 personas se reunieron en el centro de la capital italiana, según la policía. Los manifestantes ondeaban banderas nacionales y coreaban "libertad" y "no al Pase Verde", en referencia al certificado de vacunación necesario para entrar en diversos lugares públicos, como clubes o bares.

La multitud realizó una sentada en el Circo Máximo, un antiguo estadio romano de carreras de carros convertido en un parque moderno. Permanecieron allí después de la puesta de sol, iluminando la zona con miles de teléfonos y bombas de humo de colores. Sin embargo, la concentración fue pacífica, ya que la policía no informó de ningún incidente.


A diferencia de Roma, en la ciudad de Milán, al norte de Italia, se produjeron enfrentamientos entre los manifestantes y la policía cuando las fuerzas del orden intentaron disolver una concentración no autorizada en el centro de la ciudad. Se desplegaron grandes fuerzas policiales en el centro de la ciudad y se acordonaron varias plazas.