Esta brillante bola de fuego cruzó el cielo nocturno en la noche del 18 de marzo, a las 23:57 (hora local peninsular española). Sobrevoló Castilla-La Mancha, pero debido a su gran luminosidad pudo verse desde casi toda la Península Ibérica.
fireball
El análisis del evento ha sido realizado por el el astrofísico José María Madiedo, investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) y director del proyecto SMART.


Este análisis ha permitido determinar que la roca que originó este fenómeno entró en la atmósfera de la Tierra a una velocidad de unos 80 mil kilómetros por hora y procedía de un cometa. El violento rozamiento con la atmósfera a esta enorme velocidad dio lugar a que la superficie de la roca se calentase y se volviese incandescente, generándose así una bola de fuego que se inició a una altitud de unos 94 km sobre Argamasilla de Alba (provincia de Ciudad Real). Desde esa posición avanzó en dirección noroeste, extinguiéndose finalmente a una altitud de unos 34 km sobre Herencia (provincia de Ciudad Real). La distancia total que recorrió la bola de fuego en nuestra atmósfera antes de extinguirse fue de unos 62 km.

Esta bola de fuego ha sido observada por los sistemas del proyecto SMART desde las estaciones de detección ubicadas en La Hita (Toledo), Sierra Nevada, La Sagra (Granada) y Sevilla. SMART es un proyecto que desarrolla la Red de Bólidos y Meteoros del Suroeste de Europa (Red SWEMN). Se trata de una red de investigación coordinada desde el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC). La Red SWEMN tiene como objetivo monitorizar continuamente el cielo para poder registrar y estudiar el impacto contra la atmósfera terrestre de rocas procedentes de distintos objetos del Sistema Solar.