Tras los avisos de código amarillo y las alertas de tormenta emitidas por el Servicio Meteorológico del Estado turco, el 28 de septiembre por la mañana empezó a llover de forma intermitente en algunas partes de la ciudad. Sin embargo, a partir de la tarde, la lluvia intermitente se transformó en fuertes aguaceros que provocaron inundaciones repentinas.

Las lluvias torrenciales y las graves inundaciones han causado estragos en Estambul, la mayor ciudad de Turquía, con decenas de casas y lugares de trabajo inundados, especialmente en el norte de la provincia.
En Arnavutköy, un arroyo se desbordó debido a las intensas lluvias, inundando un taller situado en la zona. Cuando el taller empezó a llenarse de agua, los trabajadores que se encontraban dentro buscaron refugio en el tejado. La Presidencia de Gestión de Desastres y Emergencias (AFAD) rescató rápidamente a los atrapados.
Asimismo, el patio de una escuela primaria situada en las mismas inmediaciones también se inundó, dejando atrapados en el edificio a alumnos, profesores y personal de la escuela. Horas después, los equipos de rescate lograron evacuar a las personas varadas.
"Las fuertes lluvias han afectado especialmente a las regiones del norte de Estambul. La cantidad de precipitaciones por metro cuadrado en Arnavutköy fue de 218 kilogramos, en Silivri de 42,5 kilogramos, en Çatalca de 49,5 kilogramos y en Sancaktepe de 32,5 kilogramos", según un comunicado de la Oficina del Gobernador de Estambul.
Desde la mañana del 29 de septiembre, los aguaceros azotan la región por el lado de Anatolia, paralizando la vida cotidiana y causando graves daños.
En el distrito de Pendik, un muro de contención se derrumbó sobre vehículos, atrapando un autobús de enlace y un coche debajo.
Los equipos lograron rescatar a las cinco personas atrapadas en el autobús de enlace, y las autoridades informaron de que los rescatados se encontraban en buen estado.