Las reconstrucciones paleoclimáticas de alta resolución del sur de Italia, fechadas entre el 200 a. C. y el 600 d. C. aproximadamente, ofrecen una imagen más clara de la intersección entre clima y enfermedad en la antigua Roma.
Las reconstrucciones muestran que la temperatura y las precipitaciones se volvieron cada vez más inestables a partir de ~130 a. C., con varios periodos fríos relacionados con brotes pandémicos históricos como la peste de Justiniano.
Los indicadores paleoclimáticos pueden ayudar a comprender cómo el cambio climático influyó en las sociedades humanas, por ejemplo cuando los intervalos cálidos o fríos coincidieron con periodos de desarrollo social o pandemias.
El Periodo Cálido Romano -identificado a partir de datos indirectos paleoclimáticos como una época de calor inusual entre el 200 a. C. y el 150 d. C.- se ha asociado con una época de prosperidad para el Imperio Romano.
Por otra parte, se cree que el inicio de la Pequeña Edad de Hielo de la Antigüedad Tardía, en torno al 540 d. C., que coincidió con la peste de Justiniano, desempeñó un papel clave en el declive del imperio.
Comentario: Durante ese periodo ocurrieron muchas más cosas: 536 d.C: Peste, hambre, sequía, frío y una misteriosa niebla que duró 18 meses
La escasez de registros indirectos ha dificultado la caracterización detallada de esta dinámica. Aquí, Zonneveld et al.* estudiaron los registros de temperatura y precipitación con una resolución de ~3 años entre 200 a.C. y 600 d.C., utilizando datos indirectos de sedimentos marinos hallados en el golfo de Tarento.
Observaron una mayor variabilidad climática a partir de ~130 d.C., marcando el aparente final del Periodo Cálido Romano. Al comparar estas reconstrucciones con los registros existentes de brotes de enfermedades infecciosas en el corazón de Roma, descubrieron pulsos de condiciones cada vez más frías y secas que coinciden con tres grandes pandemias: la Plaga Antonina (~165 a 180 d.C.), la Plaga de Cipriano (~251 a 266 d.C.), y la Plaga Justiniana, la primera oleada de la Primera Pandemia de Peste, que comenzó alrededor del 540 d.C.
Zonneveld et al. descubrieron que entre los años 537 y 590 d.C. se produjo un descenso extremo de las temperaturas -unos 3 °C más frías que los intervalos más cálidos del Periodo Cálido Romano- que podría haber amplificado la devastación de la peste de Justiniano cuando apareció en la región.
Comentario: Una posible razón para el descenso extremo de la temperatura: Un nuevo estudio sugiere que la actividad cometaria precedió a la peste de Justiniano, que acabó con la civilización romana y Europa occidental hace 1.500 años
AMERICAN ASSOCIATION FOR THE ADVANCEMENT OF SCIENCE (AAAS)
Comentario: Probablemente no es de extrañar que quienes detentan el poder nos haga creer que estamos en una era de "ebullición global", en lugar de en el precipicio de un enfriamiento similar (o peor) que se correlaciona con el hambre, un repunte de la actividad cometaria, y grandes mortandades causadas por pandemias (reales):