Dos nuevos estudios sobre las "tuberías" magmáticas ubicadas bajo los volcanes podrían acercar más a los científicos a poder predecir erupciones grandes.
© James HammondLago de lava en Erta Ale.
Las dos investigaciones, dirigidas desde la Universidad de Leeds en el Reino Unido, se centraron en localizar y observar cámaras de magma en las cordilleras submarinas volcánicas de la Tierra, que constituyen cadenas extensas de volcanes a lo largo de las cuales la Tierra crea nueva corteza.
Los científicos trabajaron en Afar (Etiopía) e Islandia, los únicos lugares del mundo en que estas cordilleras asoman sobre el nivel del mar. Las cordilleras volcánicas (las fronteras entre placas que se separan en el suelo oceánico) aparecen cuando se forma una fisura que acarrea la separación entre placas tectónicas. El magma (roca fundida) se abre paso a través de los puntos débiles en la frágil corteza superior, saliendo al exterior como lava y formando nueva corteza al enfriarse.
Las cámaras de magma funcionan como sistemas de tuberías, canalizando el magma a presión a través de redes de "cañerías" subterráneas.
Los estudios revelan nuevos datos sobre dónde se almacena el magma y cómo se mueve a través de la red de tuberías geológicas. Encontrar dónde se encuentran las cámaras de magma y cómo se comportan puede ayudar a identificar señales de alerta temprana asociadas a erupciones inminentes.