Traducido del inglés para
Rebelión por Germán Leyens
© Desconocido
"Sin duda alguna debería postergar la presentación de su libro en Jerusalén", me advirtió un amigo quien pensaba que el evento planificado para presentar mi libro recientemente publicado sobre el movimiento dirigido por los palestinos por el boicot, desinversión y sanciones (BDS) contra Israel podría ser demasiado arriesgado a la luz de la ley recientemente aprobada en Israel que prohíbe efectivamente el apoyo al floreciente movimiento de boicot. En el repleto café-librería en Jerusalén Este ocupado, el jueves pasado, sin embargo, el ambiente entusiasta y la atmósfera con su perfume a café italiano eran casi jubilosos, como si se lanzara un desafío colectivo a la última medida draconiana de Israel.
Ha surgido mucha controversia desde la legislación aprobada por el parlamento israelí que criminalizaría efectivamente el apoyo a cualquier boicot contra Israel y sus instituciones, bajo amenaza de fuertes multas y cosas aún peores, sin necesidad de probar la "culpa". Docenas de organizaciones de la sociedad civil israelí y destacados expertos legales, incluidos muchos que se oponen al boicot, se han declarado resultamente contra esta ley excepcionalmente autoritaria por diversos motivos, que van desde los que están más basados en principios a los que son directamente pragmáticos.