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El jefe militar británico, General David Richards, visitó en secreto a Tel Aviv a principios de esta semana, dijeron fuentes militares del régimen citados por el diario israelí The Jerusalem Post.

Richards quien es el Jefe del Personal de Defensa británico sostuvo varias reuniones con altos comandantes de la armada del régimen israelí aunque no hay detalles sobre el tema de sus conversaciones.

También visitó el norte de los territorios ocupados por Israel en la frontera con Líbano.

La visita secreta se presenta mientras el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu y su ministro de Defensa Ehud Barack están haciendo esfuerzos para para conseguir el apoyo suficiente en el gabinete para lanzar un ataque militar contra Irán aunque un ministro israelí ha descartado un conflicto inminente.

"El asunto de un ataque militar contra Irán, debería ser discutido por el gabinete y sometido a votación. Pero este evento no se ha llevado a cabo todavía", dijo el ministro, quien es miembro del grupo de los ocho miembros del intragabinete que se opone a un ataque contra Irán.

Por otra parte, luego que surgió que Richards secretamente se reunión con militares y personal de inteligencia israelí, Barack llegó a Londres el miércoles para reunirse con Richards, el Secretario de Defensa británico Philip Hammond y el Asesor de Seguridad Nacional Peter Ricketts.

Los medios de comunicación británicos también han informado que Gran Bretaña está desarrollando planes para una acción militar en contra de Irán desplegando submarinos armados de misiles cruceros y buques de guerra cerca de las aguas del país para ayudar en un posible ataque de Estados Unidos.

Esto se presenta mientras ampliamente se cree que el despliegue de los medios sobre un ataque inminente contra Irán es parte de una guerra sicológica sobre el programa nuclear pacífico de Irán.

Sin embargo, Irán categóricamente anunció que sus actividades nucleares son con propósitos pacíficos y la Agencia Internacional de Energía Atómica, AIEA, nunca ha sido capaz de suministrar alguna evidencia que indique que las actividades nucleares iraníes estén orientadas militarmente.

Mientras tanto, funcionarios iraníes repetidamente han prometido que cualquier ataque contra el país será costoso para los agresores.