Europa corre el riesgo de depender de las importaciones de fertilizantes rusos, señaló a 'Financial Times' Svein Tore Holsether, director general de la empresa química noruega Yara International, uno de los mayores proveedores de abonos minerales del mundo.
Sputnik / Denis Abramov
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"Europa, sin saberlo, se está haciendo dependiente de los fertilizantes rusos, como ya hizo con el gas. Los fertilizantes son el nuevo gas", explicó Svein Tore Holsether.

Subrayó que los abonos nitrogenados, importantes para el crecimiento de las plantas, se producen con gas natural y Rusia los exporta cada vez más a Europa.

La publicación indica que los precios de los fertilizantes en Europa subieron bruscamente tras el inicio de la operación militar especial de Rusia en Ucrania en febrero de 2022, ya que las sanciones impuestas redujeron las importaciones de gas ruso. Esto, a su vez, tuvo un fuerte impacto en los rendimientos agrícolas, ya que varios países tuvieron que dejar de utilizar abonos debido al aumento del precio.

En febrero de 2024, la UE adquirió 521.300 toneladas de fertilizantes rusos por un valor de 167 millones de euros, de acuerdo con cálculos basados en estadísticas europeas. Esto supone un 16% más en términos físicos y un 21% más en términos monetarios que en enero. Es la cifra más alta desde diciembre de 2022, cuando se contrataron fertilizantes por 185,3 millones de euros.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Rusia es el mayor exportador mundial de fertilizantes nitrogenados, potásicos y fosfatados. En 2021, representaba más del 30% del mercado europeo.