
La movilización indignó a las autoridades israelíes. El ministerio de Defensa declaró hoy que la simbología utilizada era "algo espantoso y horrible", e instó a los líderes ultraortodoxos a contener estas actitudes de sus fieles, informó la agencia DPA.
Ehud Barak, ministro de Defensa, afirmó que los manifestantes "se pasaron de la raya", y Avner Shalev, director del Instituto Yad Vashem (consagrado exclusivamente a mantener viva la memoria de la masacre de judíos perpetrada por el régimen nazi) consideró que lo ocurrido era "inaceptable".
La movilización de creyentes fundamentalistas buscaba responder a las críticas masivas que recibieron después de que la semana pasada escupieron a una niña de ocho años, nacida en Bet Shemesh, porque consideraban pecaminosa su vestimenta. En respuesta, miles de israelíes se movilizaron contra ellos en Beit Shemesh.
La marcha del sábado también protestaba contra la sentencia de dos años de prisión dictada contra otro ultraortodoxo que atacó una tienda de artículos de electrónica, y pedía su excarcelación.
Dispositivos como los MP4, según los religiosos más extremos, corrompen a quienes los utilizan.
Frente a la reacción que generan en los medios de comunicación seculares y a lo que consideran "cruel persecución" de las autoridades, uno de los manifestantes afirmó que "esta situación en la que hemos terminado es exactamente la de los judíos durante el Holocausto".
Los judíos ultraortodoxos llevan al extremo ciertos rasgos patriarcales de las versiones conservadoras de la religión judía.
Mantienen la más estricta separación de sexos en sus sinagogas, y además, teniendo en cuenta que Israel se define a sí mismo como un "estado judío", pretenden que las mujeres crucen la calle al pasar ante las sinagogas, se sienten en la parte de atrás de los ómnibus y formen filas diferenciadas en los supermercados.
Comentarios del Lector
a nuestro Boletín