El servicio de descargas directas cerrado por el FBI iba a estrenar un servicio que "haría temblar los cimientos de la industria musical", aseguran en la Red.
Continúan las especulaciones en torno al cierre de Megaupload, el mayor servicio de descargas directa de la Red, que se fue a negro la semana pasada, tras una operación del FBI, que se saldó con la detención de su cúpula directiva.
La consternación entre los internautas ha ido en aumento desde entonces, ya que el cierre de la plataforma ha supuesto que miles de usuarios hayan perdido para siempre millones de archivos que almacenaban en Megaupload e incluso los pagos que habían abonado por los servicios.
Y las especulaciones también han sido de todo tipo, desde aquellos que aseguran que las autoridades han ido a por la mayor web de descargas para que cunda el ejemplo y el pánico entre los responsables de otros servicios similares, hasta los que insisten en que la operación no es contra internet, si no contra un grupo de mafiosos que blanqueaban dinero aprovechándose de los internautas y los contenidos piratas.
Megaupload, a por la industria musicalHoy, desde diferentes fuentes en la Red aseguran que
el principal motivo de que la Policía haya centrado su operación contra Megaupload es que la compañía tenía previsto iniciar un programa de pagos a los artistas cuyas obras fueran las más descargadas en la web, de modo que Megaupload se convertía así en una "tienda de música", una especie de iTunes.
El servicio de música, que recibía el nombre de MegaBox, y la herramienta de remuneración para los artistas, MegaKey, podían hacer diana en el mismo corazón de la industria musical. Presentada en diciembre por el fundador de Megaupload, Kim Schmitz, iba a tratarse de una plataforma de música basada íntegramente en la nube y ofrecería a los artistas una oportunidad para conseguir ingresos sin contar con una discográfica.
"Universal Music sabe que vamos a competir con ellos a través de nuestra propia compañía de música llamada Megabox,
un sitio que pronto permitirá a los artistas vender sus creaciones directamente al consumidor, permitiendo que los artistas se lleven un 90% de las ganancias", aseguraba Kim Schmitz en una entrevista en la web TorrentFreak en diciembre pasado, tras recibir el apoyo de numerosos artistas que promocionaban el uso de Megaupload en un vídeo.
Pero no sólo querían abrir una tienda de venta de canciones y abonar a los artistas ese 90% de los ingresos, además tenían pensado pagar a los artistas por las canciones que subieran a la plataforma para su descarga gratuita.
"Tenemos una solución llamada Megakey que permitirá a los artistas obtener ingresos de los usuarios que descargan música de forma gratuita", aseguraba Dotcom. "Sí, es cierto, vamos a pagar a los artistas, incluso por las descargas gratuitas".
Schmitz argumentaba entonces que la industria musical se había dado cuenta del potencial de Megaupload y en lugar de pensar en alternativas "se centraron en que se nos detuviera a toda costa". "El próximo año, mediante Megabox llegaremos a acuerdos exclusivos con numerosos artistas que desean alejarse de modelos de negocio obsoletos", sentenciaba. Una afirmación que, al menos, habrá inquietado a las discográficas tradicionales.
Un tribunal de justicia neozelandés dejó ayer vista para sentencia la petición de libertad solicitada por el fundador de Megaupload, Kim Schmitz, en prisión preventiva y cuya extradición solicita EEUU por "piratería informática".
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