Las sospechas apuntan al uso de químicos y dispersantes para contener la catástrofe ambiental causada por British Petroleum en 2010.

Camarones con mutaciones, peces con úlceras sanguinolentas, cangrejos malformados
y otras insólitas criaturas halladas en el Golfo de México han desatado alarma entre la comunidad científica.
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Sigue catástrofe ambiental. Las consecuencias del derrame de British Petroleum en el Golfo de México, en 2010, parecen incluir deformaciones genéticas en la fauna marina de la región.
"Los pescadores nunca habían visto algo parecido. En mis 20 años de experiencia tampoco había visto nada similar", asegura el doctor Jim Cowan a la cadena noticiosa Al Jazeera.

Las sospechas apuntan al derrame petrolero de la compañía British Petroleum de 2010, una catástrofe que se ha desvanecido de los medios de comunicación, a pesar de su magnitud.

Pescadores, científicos y empresas procesadoras de mariscos han denunciado descubrimientos de animales marinos con malformaciones desde noviembre de 2010.

Todos ellos presumen que se trata de las consecuencias del uso de químicos y dispersantes de combustible para contener la fuga de millones de toneladas de petróleo que contaminaron la región desde el 20 de abril de 2010, cuando estalló una plataforma petrolera ubicada en aguas profundas de Texas.

El derrame se extendió por las costas de Luisiana, Mississippi, Alabama, Texas y Florida, e incluso hubo reportes de manchas de combustible en varias zonas de México.

BP y su estrategia

De acuerdo con el toxicólogo y biólogo marino Riki Ott, sobreviviente de la tragedia del buque Exxon Valdez, en 1989, que vertió alrededor 37 mil toneladas de combustible en Alaska, las sustancias utilizadas por la petrolera British Petroleum son altamente tóxicas y mutagénicas, lo que podría explicar los hallazgos de animales deformes.

Los químicos son absorbidos por cualquier organismo vivo a través de la inhalación, ingestión y el contacto con la piel o membranas; y sus daños a la salud incluyen dolores de cabeza, vómitos, dolores abdominales, hipertensión, depresión del sistema nervioso central, arritmia cardiaca y daño vascular.

De acuerdo con los expertos, BP utilizó al menos 1.9 millones de galones de dispersores químicos para contener el derrame en el Golfo de México.

"Hemos pescado aquí durante toda nuestra vida y nunca habíamos visto nada como ésto", afirma Sidney Schwartz, un pescador de cuarta generación en su familia, oriunda de Mississippi.

BP se negó a comentar el asunto y se limitó a decir, mediante un comunicado: "La comida proveniente del Golfo de México está entre las más consumidas del mundo, y , de acuerdo con las autoridades sanitarias estadunidenses, es tan segura ahora como antes del accidente".

La petrolera logró recientemente un acuerdo extrajudicial estimado en 7 mil 800 millones con los afectados del vertido de crudo en el golfo de México del 2010.