El Congreso colombiano calificó hoy de catástrofe la crisis que viven las cárceles en este país sudamericano, debido a sus precarias condiciones sanitarias, hacinamiento y situación de derechos humanos.

Una delegación legislativa que visitó los principales centros carcelarios colombianos, consideró urgente adoptar medidas para mejorar las condiciones de vida de los reclusos, que promueven protestas en busca de soluciones.

En el informe, sobre el cual se hará control político al problema de las cárceles, la comisión verificó un hacinamiento de hasta el 400 por ciento en prisiones como La Picota y El Buen Pastor de Bogotá.

Según cifras de la Defensoría del Pueblo, existe un déficit de 12 mil 906 cupos en los principales centros carcelarios, al pasar de 42 mil a 54 mil el número de internos en los últimos 10 años en este país sudamericano.

El congresista opositor Iván Cepeda denunció que en la cárcel La Picota hay unas instalaciones con gran cantidad de equipos médicos de última tecnología listos para utilizar, pero abandonados, en perjuicio de la población penal.

El Instituto Penitenciario y Carcelario (Inpec) admitió que existe una sobrepoblación en las prisiones y citó el caso de la cárcel de la localidad norteña de Riohacha, fronteriza con Venezuela, donde el hacinamiento es de 327 por ciento.