Los economistas realizan cálculos preliminares de las pérdidas originadas por el huracán.
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© AFP / Stan Honda
Hasta en 90.000 millones de dólares evalúan los economistas los daños causados por Sandy, uno de los huracanes más devastadores en la historia de EE.UU., que impactó la costa este del país este lunes.

Algunos incluso esperan que la reconstrucción tras este desastre natural sirva como un poderoso impulso para la economía de la nación.

Según el banco japonés de inversiones Nomura, mientras que las pérdidas económicas infligidas por la supertormenta podrían ser de 3.000 millones, el perjuicio causado a los inmuebles podría alcanzar los 87.000 millones de dólares.

Los expertos del banco ya han valorado el daño a los edificios de Nueva York en 35.000 millones de dólares.

Hasta el momento el huracán 'más caro' de la historia ha sido Katrina, que azotó EE.UU. en 2005. Se estima que las destrucciones que conllevó le costaron al país 110.000 millones de dólares.

Aunque el huracán Sandy, no fue tan devastador como el Katrina, este impactó en los poblados más ricos y en los estados productivos, que aportan el 20% del PIB.

¿Se animará el sector de la construcción?

Pero Nomura espera que tras esta calamidad, se anime el sector de la construcción, que a su vez podría incentivar el crecimiento del PIB en los

Sus expectativas son compartidas por Ryan Sweet, analista de la firma de gestión de riesgos Moody's, quien recordó en la web de la compañía que "los desastres naturales suelen tener un impacto inicial muy fuerte en la economía, pero normalmente generan actividad extra más tarde".

La compañía de simulación de catástrofes Eqecat calculó que Sandy dejaría daños económicos de entre 10.000 y 20.000 millones de dólares, de los cuales aproximadamente la mitad estaría cubierta por los seguros.

La firma Kinetic Analysis de Maryland, dedicada a la evaluación de riesgos por desastres, estima unas pérdidas totales de hasta 25.000 millones, incluyendo las interrupciones en los negocios.

Inundaciones, incendios, cortes de la electricidad, así como la cancelación de miles de vuelos son solo parte de los daños que están por calcular.