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Análisis del agua y los sedimentos de ambas ciudades mostraron altos niveles de metales que pueden resultar perjudiciales para la salud, como cobre, cadmio o plomo, en algunas ocasiones hasta 128 veces mayores de los límites considerados saludables.

Las ciudades de Xintang y Gurao, que concentran buena parte de la fabricación china de vaqueros y ropa interior, sufren graves vertidos tóxicos de estas industrias que incluyen altas concentraciones de metales pesados, señaló un informe publicado hoy por la organización ecologista Greenpeace.

Ambas ciudades se encuentran en la provincia sureña china de Cantón, y mientras Xintang fabrica el 60 por ciento de los pantalones vaqueros del país (exportando un 40 por ciento a EEUU y Europa) Gurao produce 200 millones de piezas de ropa interior al año y esa industria mueve un 80 por ciento de su economía.

De acuerdo con la jefa de campaña contra vertidos tóxicos de Greenpeace en China, Mariah Zhao, las dos ciudades "son símbolos del éxito del modelo exportador de la economía nacional, pero la degradación medioambiental que hemos visto al visitarlas nos ha horrorizado". Análisis del agua y los sedimentos de ambas ciudades mostraron altos niveles de metales que pueden resultar perjudiciales para la salud, como cobre, cadmio o plomo, en algunas ocasiones hasta 128 veces mayores de los límites considerados saludables.

Entre los procesos más perjudiciales de la industria textil, señala Greenpeace, se encuentran el lavado, desgastado y teñido de pantalones, ya que necesitan gran cantidad de agua y productos químicos. Además, los desechos de estos procesos se vierten a los ríos de la zona sin control, hasta el punto de que, según los residentes en el área, algunas corrientes fluviales del lugar "cada día cambian su color" por los tintes y otros productos químicos.

Zhao subrayó que el problema se extiende a los más de 130 centros de producción textil de China, que concentra buena parte de las exportaciones mundiales en el sector, por lo que pidió a las autoridades locales de esas zonas industriales mayor responsabilidad con el medio ambiente y la salud de sus ciudadanos.

"También esperamos que los consumidores se unan a nosotros en impulsar un cambio del gobierno y las compañías industriales. Sería trágico si la moda y la economía le cuestan a China sus recursos acuáticos", destacó la activista.