Rory
© Joel FordKim Edwards con su gato Rory y Michelle Whitmore y su perro Maci.
En una extraña transfusión entre especies, la sangre de un Labrador fue utilizado para salvar a Rory, un gato en Nueva Zelanda. Rory había ingerido veneno para ratas, reportó el New Zealand Herald el martes. Habría muerto sin una transfusión inmediata.

Kate Heller, la veterinaria que atendió a Rory en Tauranga, Nueva Zelanda, le dijo al Herald: "No es algo que hayamos hecho antes, pero era una de esas situaciones de emergencia donde no teníamos ninguna otra opción disponible".

El laboratorio de sangre estaba cerrado, ya que el incidente ocurrió el viernes en la noche. Sin saber el tipo de sangre del gato, estaba librado al azar por todos los ángulos, pero la transfusión fue un éxito.

Heller dijo que las transfusiones entre especies son "muy, muy raras" y no se recomiendan.

De acuerdo a la revista Wired, los experimentos más tempranos con transfusiones de sangre humana en el siglo XVII no resultaron cuando los doctores intentaron usar sangre de ovejas en humanos.