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Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) 700 millones de personas padecen enfermedades mentales en grado creciente. Estas patologías incluyen aislamiento social, inactividad, abulia, depresión, estrés, desorden del ritmo de vida en general y en algunos casos comportamientos violentos e intentos suicidas.

El informe de la OMS revela que el 13% de la población mundial padece en forma creciente trastornos psicoorgánicos de diversas clasificaciones y diagnósticos. Patologías que interactúan en su vida de relación y de comportamiento social. El informe de la OMS documenta estadísticamente a los trastornos mentales como emergentes de un sistema de competencia extrema por la supervivencia y el escalamiento social.

De acuerdo con OMS estos problemas constituyen el 13 por ciento de las enfermedades mundiales y la tercera parte de las no transmisibles en el mundo. En el planeta 350 millones de personas padecen depresión, 50 millones sufren epilepsia, 90 millones conviven con algún desorden de abuso de sustancias y 35,6 millones con mal de Alzheimer y otras demencias. En la realidad funcional de la conducta humana las alteraciones biológicas alteran la psique, al igual que las alteraciones psicológicas alteran o modifican la biología, dando origen y clasificación a las enfermedades psicosomáticas.

Usualmente las enfermedades mentales se dividen en Trastornos Orgánicos y Trastornos Funcionales, haciendo referencia al grado de origen fisiológico o psíquico del padecimiento. La experiencia clínica revela que ambas categorías no están separadas entre sí, y que en la patología o el desempeño psíquico "normal", ambos factores interactúan y se correlacionan para generar la totalidad del comportamiento humano. En tanto el costo en la cabeza humana va quedando cada vez más claro. Y todo indica que en vez de dirigirnos hacia el futuro, nos dirigimos hacia el manicomio.