En la localidad de Zacualpan, en Colima, una minera pretende explotar el oro de la zona, pero su proyecto amenaza con afectar severamente el suministro de agua potable del lugar.

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Un proyecto minero con la concesión federal pretende realizar extracción de oro a cielo abierto en zonas cercanas los afluentes de los manantiales de Zacualpan, los cuales abastecen de el agua a la ciudad de Colima y Villa de Álvarez.

Cabe señalar que esta comunidad está habitada por los últimos indígenas nahuas de la región, los cuales por mayoría contundente se oponen a el establecimiento de una mina en su territorio ya que conocen el deterioro irreversible que esta traería para su salud y el ambiente en General.

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La organización ambiental Bios Iguana encabezada por Gabriel Martínez están en pie de lucha ante los empresarios y transnacionales que quieren violentar los derechos de los indígenas nahuas a que se respete su decisión de no permitir este atropello al derecho que tenemos toda la población a un medio ambiente sano.

Está comprobado en todas partes que la minería convierte paisajes naturales de gran belleza en páramos contaminados que asemejan superficies como la de marte o la luna: un desierto sin vida.

Además del derroche de agua que se necesita para extraer los minerales de la roca, el agua es mezclada con disolventes tóxicos como cianuro, arsénico y mercurio, todos ellos con comprobados efectos perjudiciales en la salud de cualquier ser vivo.El escaso seguimiento de las autoridades hacia la normatividad ambiental junto con la corrupción y la situación de ignorancia sobre estos temas convierte a nuestro país en un paraíso para las transnacionales que se dedican a esta actividad utilizando mínimas normas de seguridad y de prevención de desastres.