En invierno Víctor y su esposa practican natación en ríos y lagos que normalmente se congelan en esta época del año. Se hace un agujero en el hielo que cubre el agua formando así una especie de piscina. Este tipo de pasatiempo es bastante popular en Rusia.
Los dueños de la gata aseguran que en ningún momento forzaron al animal y fue Masia quien sintió atracción por el agua fría. Es clave secar a la gata una vez finalizada la sesión de natación, explica Víctor.
Como premio, la atrevida Masia recibe una ración de leche condensada al regresar a casa.
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