El oeste de EE.UU. recibe ola gélida que ya paraliza a millones de personas.

La tormenta de nieve que paralizó el este de los Estados Unidos se ha movido a la región oeste y genera contratiempos que pueden entorpecer tradicionales celebraciones con motivo de la llegada del año nuevo.

Algunos estados del oeste de los Estados Unidos comenzaron a ser impactados ayer por la intensa ola de frío que obligó a cerrar carreteras principales en Arizona. Mientras, ráfagas heladas se registraron en California y Nevada.

El sistema de tormenta propició severas nevadas en las zonas montañosas y fuertes aguaceros que a su vez causaron congestiones vehiculares y algunos accidentes.

El mal tiempo interrumpió un verano placentero en la zona de Phoenix, donde los residentes se protegieron de lluvias heladas. Además, tramos de las carreteras interestatales 17 y 40 fueron clausurados. Las vías son cruciales conexiones para la ciudad de Flagstaff y para la zona de El Gran Cañón.

El Departamento de Seguridad Pública de Arizona dijo temprano ayer que había recibido más de 100 llamadas telefónicas de ciudadanos que reportaron problemas en las vías, asociados principalmente con el deslizamiento de vehículos en las tramos congelados.

Debido a la poca visibilidad, se sugirió a la gente mantenerse en sus casas pues se espera que el mal tiempo continúe.

Recupera la región este

En Nueva York, mientras, la actividad de los aeropuertos que dan servicio a Nueva York prácticamente recuperó ayer tarde su ritmo habitual, después de la fuerte nevada que los obligó a cerrar durante 24 horas y a dejar a miles de pasajeros pendientes de ser reubicados en unos días en que los aviones suelen ir repletos.

Mientras, el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, aseguró que analizará por qué la respuesta a la nevada del pasado fin de semana, la sexta más fuerte jamás caída en esta ciudad, fue "absolutamente deficiente".

El funcionario prometió investigar si alguien dio orden a los operarios de retrasar a propósito las tareas de limpieza. Las declaraciones de Bloomberg surgen ante una avalancha de críticas negativas por respuestas tardías de las autoridades en medio de la emergencia propiciada por la tempestad.

"Todas las pistas de los aeropuertos de JFK, Newark y La Guardia están ya funcionando con regularidad y a pleno rendimiento", confirmó un portavoz de la Autoridad Portuaria de Nueva York y Nueva Jersey, encargada de la gestión de esos aeródromos.

El anuncio ocurre cuatro días después del temporal, cuando las aerolíneas aseguran haber recuperado ya su actividad habitual, después de que muchas de ellas, especialmente las que operaban vuelos internacionales, tuvieran que hacer esperar a miles de pasajeros dentro de los aviones hasta que a las naves se les asignaran puertas en el JFK para desembarcar al pasaje.

Según los casos que han trascendido públicamente, casi una treintena de aviones han tenido que esperar en los últimos días durante al menos tres horas en pista hasta poder desembarcar a sus pasajeros, aunque ha habido ocasiones en que esa espera se ha prolongado hasta once horas.

Sin embargo, las grandes aerolíneas aseguran que ya han reubicado a casi toda la gente que no pudo viajar a causa de los problemas derivados de la nevada, que obligó a cancelar unos 10,000 vuelos.

En cuanto al resto de los transportes de la ciudad, la Autoridad del Transporte Metropolitano (MTA) asegura que en general se ha recuperado la normalidad en las líneas de metro, mientras que las de los autobuses siguen registrando algunas incidencias a su paso por zonas en que la nieve aún impide el tránsito regular.

Escándalo inaceptable

El alcalde de Nueva York admitió que si empleados públicos dilataron intencionadamente su trabajo como una forma encubierta de quejarse por los recientes recortes presupuestarios eso "sería un escándalo".

Vecinos de barrios pobres denunciaron que las máquinas quitanieves llegaron tardíamente a sus zonas.

Bloomberg alegó que se dio prioridad a vías principales y destacó la tormenta hizo que un número inusualmente elevado de conductores decidiera abandonar sus carros en las carreteras al ser incapaces de continuar la marcha.

Sin embargo, ayer se especuló sobre un boicot encubierto de los trabajadores en protesta por los recortes de presupuesto recién recomendados.

El concejal Dan Halloran dijo que obreros de la limpieza y del transporte acudieron a su oficina diciendo que sus respectivos superiores les habían dado órdenes de ralentizar su trabajo para que "el alcalde vea lo necesario" que son, sobre todo en emergencias.