El descenso a 21 metros bajo tierra para ver el museo del 11-S empieza junto a un tridente de acero que adornaba la fachada de la torre norte del World Trade Center. A un lado de la rampa de entrada, están las escaleras de acceso desde la antigua plaza elevada a la calle por donde escaparon centenares de supervivientes.
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© DesconocidoPor suerte después del terrible "atentado terrorista" los estadounidense se dedicaron arduamente a acabar con este flagelo en el mundo
Las salas de exposiciones del edificio de cristal diseñado por la empresa noruega Snohetta están debajo de las huellas de las torres derribadas y que hoy ocupan dos estanques conmemorativos a pocos pasos del nuevo rascacielos One World Trade Center, que se inaugura a finales de este año o a principios de 2015.

En unos 10.000 metros cuadrados de museo, se encuentran un millar de carteles de búsqueda de desaparecidos, flores conservadas desde hace más de 12 años, testimonios de los familiares, llamadas de despedida de los muertos, tarjetas de crédito chamuscadas de los que huían, una nota pidiendo ayuda con una marca de sangre o una carta roja caída del avión que tenía que haber ido rumbo a Los Ángeles y que un superviviente rescató y mandó a su destinatario en medio del caos.


Comentario: También podrían agregar al inventario del museo:
  • El súper sofisticado radar PAVE PAWS que esa mañana muy convenientemente no vio nada.
  • Un largo listado con todas las fallas técnicas, problemas de coordinación, incapacidad temporal, ausencia de comandantes, transferencia de responsabilidades, etcétera, que permitieron que tuviera lugar este muy improbable "atentado terrorista".
  • Los documentos que detallan todas las nuevas y restrictivas leyes que los estadounidenses y el mundo entero deberán aceptar para que ellos puedan "protegernos".
  • Una laaaaarga galería de fotos con todos los horrores que desataron en nombre de su derecho a "defenderse" a lo largo y ancho del mundo: Afganistán, Iraq, Libia, Siria,... ahora Ucrania, y mañana... ¿quién sabe?
  • Un recuento de la cantidad de seres humanos inocentes perseguidos, encarcelados y masacrados a partir del 11-S como parte de la "guerra preventiva contra el terrorismo".
  • Un resumen de los movimientos de las cuentas bancarias de todas las empresas/organizaciones involucrados en el Complejo Industrial-Militar.
  • Una foto de George W. Bush agarrando del cogote a un Bin Laden de cartón que, por cierto, es casi tan real y peligroso como el verdadero.

Un vídeo muestra el mapamundi y cuenta aquel 11 de septiembre con testimonios de personas por todo el mundo cuyas palabras van iluminándose para situar de dónde vienen exactamente. Se estima que 2.000 millones de personas, entonces un tercio de la población mundial, siguieron la tragedia por televisión o por Internet.


Comentario: ¡Qué buena idea! Ya que van a poner un mapa mundi, que sobre el mismo pinten con rojo todos los territorios que invadieron o intervinieron desde el 11-S hasta ahora, y que se prenda una lucecita por cada ser humano masacrado en el mundo en nombre de la paz y la libertad (me temo que van a necesitar una central termoeléctrica aparte para prender todas esas lucecitas).


Labores de identificación

Cuanto más se baja en los siete pisos escavados en la roca, más dramático es el recorrido, con la llegada a las fotos de los muertos, sus restos y los testimonios de quienes los amaron. Unos 14.000 restos de personas no identificadas o que nadie ha reclamado se conservan aquí, en un almacén que no está a la vista del público. La labor de identificación continúa.


Comentario: ¿Dónde están las fotos del millón y medio de civiles asesinados en Iraq? ¿Y los 150.000 asesinados en Siria?


En la oscuridad del museo con aire de cripta, se eleva la llamada última columna, un pilar de 11 metros que resistió la destrucción y que fue el último resto del World Trade Center retirado de la 'zona cero'. Bomberos y policías pintaron sobre ella sus siglas y sus mensajes de consuelo. La columna está junto al muro de contención que servía para aislar los edificios del agua del río Hudson y que también aguantó el impacto, las explosiones, el fuego y la caída de los edificios encima. También quedan las vigas atravesadas en forma de cruz rescatadas de los escombros.

Después de casi 13 años de duros debates entre arquitectos, políticos y familiares de víctimas, el presidente Barack Obama inaugura este jueves el museo de recuerdo histórico y homenaje a las casi 3.000 personas que murieron en los atentados. También se recuerda a las seis que fueron asesinadas el 26 de febrero de 1993, en otro atentado contra el World Trade Center.


Comentario: Hagamos algunas cuentas. En el 11-S fallecen 3.000 norteamericanos (vamos a suponer que la mayoría lo eran). A partir del 11-S y como acción equivalente de EE.UU. hacia "sus enemigos", han aniquilado a unas 2 millones de personas. Es decir que cada ciudadano norteamericano vale por 666 personas no-norteamericanas. [¿Usted cree en las casualidades? Mire el 666... a veces parece que el Universo nos habla de los modos más misteriosos].


Primer día gratis

El museo se abre al público el próximo miércoles 21. El primer día será gratis gracias al patrocinio de Condé Nast, que instalará sus oficinas en el nuevo rascacielos. La entrada costará después 24 dólares (unos 17 euros). Para los familiares de las víctimas y los equipos de rescate siempre será gratis.


Comentario: Se me llenaron los ojos de lágrimas... snif... snif... Supongo que también los familiares de los "ajusticiados" en el extranjero podrán entrar gratis ¿no?


El proyecto ha costado casi 700 millones de dólares (unos 510 millones de euros). De ellos, algo más de la mitad han venido de fondos públicos. El resto ha sido recaudado por una fundación. El museo lo preside el ex alcalde Michael Bloomberg, que ha donado 11 millones de euros de su fortuna personal y ha empujado durante años la labor filantrópica también de otros. Este miércoles agradeció el apoyo a todos los que han contribuido, también a los niños de colegios de toda la ciudad que donaron centavos para la construcción.


Comentario: Y yo pregunto: ¿no sería mejor usar todo ese dinero para promoción social y ayudar a mejorar el bienestar general de un pueblo norteamericano que está cada vez más empobrecido?


El gran reto, según uno de los museólogos responsables del lugar, Mark Schaming, ha sido pasar "de los sagrado a lo histórico". La carga emocional ha sido para todos los que han trabajado en el museo. Los archiveros de la ciudad que han clasificado 700 cajas de documentos cuentan cuánto han llorado en su labor diaria de descubrir y cuidar objetos relacionados con el atentado.

A lo largo de estos 13 años, el museo ha sufrido numerosos retrasos en sus planes por las dificultades técnicas de las obras, la inundación causada por el huracán Sandy y los debates sobre cómo tratar un asunto tan sensible. Algunos familiares se quejan de que los restos de las víctimas sean objeto de exposición. Este miércoles un grupo de familiares organizaron una vigilia de protesta para que se retiren todos los restos humanos del museo y se pongan en una tumba fuera del lugar turístico "de uso comercial". También ha habido quejas por el hecho de que se cobre la entrada o haya menciones a los terroristas.

La última polémica fue este abril, sobre un vídeo de algo menos de siete minutos que explica los atentados y se llama 'The Rise of Al Qaeda'. Un imán de una mezquita cercana al museo, Mostafa Elazabawy, escribió una carta de queja porque, según él, el vídeo puede ofender a la comunidad islámica. "Visitantes poco sofisticados que no entiendan la diferencia entre Al Qaeda y los musulmanes pueden irse con una visión equivocada del Islam", dice la misiva. Un grupo de activistas del consejo de relaciones americano-islámicas también pide que se quiten las palabras "extremismo islámico" y "yihadismo".

Lugar de recuerdo

El museo defiende que el vídeo es un documental neutral y realizado con académicos y otros expertos en terrorismo y en consulta con varios grupos interreligiosos.


Comentario: Le dejo aquí una foto del equipo de expertos que elaboró el vídeo (con perdón de estas nobles bestias):
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© Desconocido

Los museólogos esperan haber creado un lugar de recuerdo, pero también de esperanza. "Un encuentro seguro con una historia difícil puede inspirar y cambiar la manera en que la gente ve el mundo y tal vez sus propias vidas", dice Alice Greenwald, la directora del museo y que antes trabajaba en el museo dedicado al Holocausto en Washington. "Estamos orgullosos de que este museo cumpla con nuestra obligación de contar la historia de lo que pasó el 11-S, examinar el contexto histórico que llevó a los ataques y hace la crónica de lo que pasó después, incluyendo la respuesta extraordinaria de los equipos de rescate, los neoyorquinos, los americanos y la comunidad mundial".


Comentario: Sí, definitivamente, el museo cuenta una historia: la historia de cómo un puñado de psicópatas engañó al mundo y trazó el rumbo hacia el más oscuro, tenebroso y triste ocaso de la civilización humana.


En una entrevista con el 'Wall Street Journal', Bloomberg dice que cada vez que entra en el museo piensa en los bomberos, en tres empleados suyos que murieron y en una que sobrevivió porque fue a votar por él en las primarias que se celebraban aquel día y llegó tarde al trabajo. Entre lágrimas, Bloomberg le dice al periodista: "Podrías haber sido tú. Podría haber sido yo. Podrían haber sido mis hijos".