Una tormenta solar de rayos X con una espectacular llamarada fotografiada por los observatorios pudo causar algunos bloqueos temporales en las comunicaciones.© NOAAActividad solar el 24 de agosto de 2014.
El equipo de
Sungrazer Comets publicó en Twitter una excelente imagen del observatorio
Solar & Heliospheric Observatory (
SOHO), administrado por la NASA y la
Agencia Espacial Europea (ESA), que registra estos eventos en un programa destinado a prevenir efectos en la Tierra.
La llamarada no iba en dirección a nuestro planeta.
Todo comenzó a las 12:00 del 24 de agosto. El Sol liberó un máximo de ondas de rayos X a las 12:17, y finalizó a las 12:25, informó el centro de Clima Espacial del Servicio Atmosférico y Oceanográfico de EE.UU. (NOAA).Fue clasificado de clase M 5,9, que se refiere a una expulsión moderada en la escala que incluye: la clase A y B, sin efectos importantes para la Tierra; la clase M, con efectos moderados; y la X, con efectos mayores.
Como resultado, a las 12:09 se registró una ráfaga de ondas de radio que se prolongó hasta las 12:16. Estas ráfagas van acompañadas de ruidos de radio
(Audio) que generalmente son de corta duración y son indicadores de expulsiones de masa solar, y que
pueden causar interferencias a receptores sensibles, como por ejemplo los equipos de radar, GPS y las comunicaciones de satélite, explicó NOAA en su comunicado.
(Otros ruidos espaciales se pueden sentir aquí).El
Centro de Prevención Espacial finalmente emitió alertas de bloqueos de radio a causa de la eyección de masa coronal del Sol (CME).
A su vez como pronóstico indicó que se espera que el campo geomagnético de la Tierra va a estar "en niveles tranquilos en el primer día (25 de agosto) y la tranquilidad (pasará) a niveles activos en días dos y tres (26 de agosto 27 de agosto).
Cuando las CME llegan a la Tierra son capaces de causar un desorden en el campo magnético de la Tierra, las tormentas electromagnéticas solares, según define en sus reportes previos la NASA y los astrónomos internacionales.
Estas eyecciones de CME están compuestas de plasma solar, y al interaccionar con la capa del campo magnético que protege la atmósfera terrestre, la hace cambiar de polaridad eléctrica.
Como resultado tiene efectos de bloqueos en los sistemas eléctricos terrestres y puede colapsar las fuentes de poder cuando son de gran magnitud.
Uno de los efectos que ha asombrado al espectador en las altas latitudes de la Tierra son
las auroras. Cuando la magnitud es mayor, las auroras pueden aparecer en latitudes más bajas.
Sin un gran evento explosivo de tormenta solar también pueden producirse las
tormentas geomagnéticas en la Tierra, de carácter menor o moderado, como las ocurridas entre el 18 y 21 de agosto pasados.
Baja actividad solarEl Sol está pasando por un ciclo de baja actividad, especialmente considerando que
estos años debía estar en el pico de "Máximo Solar", como ocurre aproximadamente cada 11 años.Algunos astrónomos predicen que esta baja actividad solar
tendrá consecuencias importantes en el clima terrestre. Algo que ya sucedió en el pasado.
Comentario: Exacto. Esta es una señal de los tiempos que muchos ignoran, pero que no debería pasar desapercibida.
En el libro
Earth Changes and the Human-Cosmic Connection, de Pierre Lescaudron y Laura Knight-Jadczyk, se explica por qué esto es importante. Por empezar, hace falta tener en cuenta la teoría del universo eléctrico, y cómo los planetas interaccionan entre sí, y con el Sol. Esta baja excepcional de actividad solar coincide con (¡sorpresa!) épocas de
mucho aumento de actividad cometaria. (La corriente eléctrica del Sol es más débil, y cometas y polvo cósmico son atraídos hacia nuestro planeta). Y, a su vez, cuanta mayor actividad cometaria, más las glaciaciones registradas, los cataclísmos históricos, etc.
¿Quizás nos esperan más cometas si el Sol sigue callándose? Una llamarada aquí o allí no aumenta la cantidad de actividad que DEBERÍA estar teniendo el Sol si no hubiera nada anormal en el ciclo. De hecho, la NASA no parece tener todos los factores esenciales en cuenta, ya que desde el inicio de esta baja de frecuencia al comienzo del ciclo solar 23 (el anterior al presente) en 1998, viene reduciendo su predicción de llamaradas solares. Al comienzo dijo que se esperaban unas 180 por mes, y hoy la cifra ronda por los 80. En otras palabras, ven que algo no cuadra, pero siguen tratando de pegarse a sus teorías. Y eso no protege a nadie...
Si le interesa el tema, le recomendamos leer todos los detalles y más en el libro arriba mencionado.
Comentario: Exacto. Esta es una señal de los tiempos que muchos ignoran, pero que no debería pasar desapercibida.
En el libro Earth Changes and the Human-Cosmic Connection, de Pierre Lescaudron y Laura Knight-Jadczyk, se explica por qué esto es importante. Por empezar, hace falta tener en cuenta la teoría del universo eléctrico, y cómo los planetas interaccionan entre sí, y con el Sol. Esta baja excepcional de actividad solar coincide con (¡sorpresa!) épocas de mucho aumento de actividad cometaria. (La corriente eléctrica del Sol es más débil, y cometas y polvo cósmico son atraídos hacia nuestro planeta). Y, a su vez, cuanta mayor actividad cometaria, más las glaciaciones registradas, los cataclísmos históricos, etc.
¿Quizás nos esperan más cometas si el Sol sigue callándose? Una llamarada aquí o allí no aumenta la cantidad de actividad que DEBERÍA estar teniendo el Sol si no hubiera nada anormal en el ciclo. De hecho, la NASA no parece tener todos los factores esenciales en cuenta, ya que desde el inicio de esta baja de frecuencia al comienzo del ciclo solar 23 (el anterior al presente) en 1998, viene reduciendo su predicción de llamaradas solares. Al comienzo dijo que se esperaban unas 180 por mes, y hoy la cifra ronda por los 80. En otras palabras, ven que algo no cuadra, pero siguen tratando de pegarse a sus teorías. Y eso no protege a nadie...
Si le interesa el tema, le recomendamos leer todos los detalles y más en el libro arriba mencionado.