(España) - Los Mossos d'Esquadra detuvieron esta semana a dos hombres acusados de matar a una mujer de 75 años en el pueblo de Cabanes (Girona) en febrero de 2014. Uno de los detenidos es Antonio García Carbonell, que fue excarcelado en octubre de 2013 por la anulación de la doctrina Parot, después de pasar 18 años en prisión por varios delitos de agresión sexual, informa El Mundo.

Antonio García Carbonell es el primer preso de las cárceles catalanas que quedó en libertad después de la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) de Estrasburgo sobre la doctrina Parot. Tras su excarcelación, sólo han pasado 4 meses para que este violador reincidente vuelva, presuntamente, a asesinar.

Antonio García Carbonell
© Cuatro
Tras ser hallada por un vecino atada y golpeada en un descampado próximo a la finca en la que residía, la víctima fue llevada semiconsciente al Hospital Trueta de Girona, donde finalmente murió 4 días después como consecuencia de las lesiones sufridas por la agresión y posterior abandono.

Este viernes por la tarde se arrestaba de nuevo a García Carbonell en Sabadell, mientras que el hombre de 29 años que lo acompañaba fue detenido la mañana del sábado en Mollet del Vallès. Ambos acusados de homicidio por la muerte de la anciana.

García Carbonell actuaba con el mismo modus operandi en la mayoría de sus asaltos a mujeres, informa Javier Muñoz para Minuto Digital: junto a un acompañante asaltaba a parejas en lugares solitarios a altas horas de la madrugada y, amenazándoles con palos y con una pistola, obligaban al chico a salir del vehículo, violaban a la joven y les robaban.

La última condena se la impuso en 1999 la Sección Quinta de la Audiencia de Barcelona y fue de 42 años de prisión. En este caso, él y otro individuo abordaron a una pareja de novios en un camino de Olesa de Montserrat (Barcelona) y tras identificarse como policías les golpearon con un palo; a continuación los condujeron a un almacén cercano donde les ataron de pies y manos, para después violar a la joven, hechos por los que estuvieron en prisión por error dos ciudadanos marroquíes.

En total, este violador reincidente fue condenado a 270 años de cárcel, aunque sólo cumplió 18 dentro. Había acumulado diferentes condenas hasta que su abogado, Fermín Gavilán, solicitó la excarcelación tras el pronunciamiento de Estrasburgo sobre la doctrina Parot.

García Carbonell salió el 24 de octubre de 2013 de la prisión de Cuatro Caminos de La Roca del Vallès (Barcelona), a pesar de ser un violador reincidente y de que los técnicos penitenciarios advirtieran que no le consideraban rehabilitado. Sólo fueron necesarios 4 meses para que el violador reincidente volviera a asesinar, presuntamente. ¿A alguien le sorprende?

No es la primera vez que nos enteramos de un caso parecido. ¿Hasta cuándo? En 1993, el Dr. en Psicología Robert D. Hare escribió un libro titulado Sin conciencia: El inquietante mundo de los psicópatas que nos rodean en el que comentaba:
"Una gran parte de esta búsqueda ha consistido en desarrollar los medios necesarios para identificar a los psicópatas que habitan a nuestro alrededor. Porque, si no somos capaces de distinguirlos, estamos destinados a ser sus víctimas como individuos y como sociedad. Para obtener un ejemplo muy común de lo que decimos pensemos en aquellos asesinos convictos que, una vez en libertad condicional, no tardan en cometer un acto delictivo de nuevo. Preguntan con incredulidad: "¿Por qué han dejado salir a tal persona?". Su asombro se convertirá fácilmente en indignación si supiesen que, en muchos casos, el atacante era un psicópata cuyo violento comportamiento suele repetirse sin remisión y que las autoridades hubieran debido preverlo (incluido el comité de concesión de la libertad condicional). Espero que este libro ayude al público en general y a la justicia a comprender la naturaleza de la psicopatía, la magnitud del problema que supone y los pasos que hay que seguir para reducir su devastador impacto en nuestras vidas."
Han pasado más de 20 años desde la publicación de dicho libro y, por sus contenidos e informaciones, debería ser de lectura obligada (con examen incluido) para fiscales, jueces, policías, funcionarios de prisiones y, en general, para cualquier ciudadano encargado de la seguridad pública. Tampoco estaría mal que fuese una asignatura obligatoria en la educación pública para que la población comenzase a tomar conciencia de un problema extendido a nivel mundial, conocido por gran cantidad de psicólogos y con una presencia cada vez mayor en las estanterías, pero que sin embargo da la impresión de que sólo le importa a las víctimas y no tiene la repercusión que se merece.