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Izquierda: Yo soy Charlie Hebdo/Derecha: Donbás
El ataque terrorista a Charlie Hebdo una vez más demostró al mundo que los principales medios de comunicación occidentales pueden estar atentos... cuando está en los intereses occidentales. Un escándalo legítimo por las muertes de periodistas en París hace que el silencio, la ignorancia y la aprobación tranquila de las atrocidades de Kiev en Donbás de los medios mainstream sea más evidente. Aprendemos una vez más que los homicidios cometidos por musulmanes radicales no están bien, pero los homicidios cometidos por los gobiernos son solo daño colateral, siempre y cuando el gobierno esté dispuesto a abrir su país al saqueo de los bancos y las corporaciones occidentales. La democracia se trata de oir solamente voces pro-occidentales, las otras voces no deben ser oídas, y deben ser silenciadas por las bombas.

La turbas armadas de nacionalistas radicales solamente no son buenas cuando amenazan un gobierno pro-occidental y plantean preguntas incómodas sobre sus partidarios estadounidenses. Son perfectamente aceptables, siempre y cuando su ira, su furia y su venganza se dirija hacia los ciudadanos de Crimea y el este de Ucrania por no querer cortar los lazos con su patria histórica y abandonar su cultura.

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"...me alegro de que sigamos hablando, Vladimir!"
(Caricatura de Charlie Hebdo sobre Ucrania)
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Lo que el gobierno ucraniano realmente le hace a los ciudadanos del este de Ucrania.