Brandon Bryant , exoperador de drones de las Fuerzas Aéreas estadounidenses, ha pedido disculpas a las familias de las víctimas de los ataques aéreos de EE.UU. provocadas por los ataques en los que participó. Con más de 1.600 muertos a sus espaldas, Bryant reconoce que los ataques se realizaban "con una completa incertidumbre".
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"Lamento que este error haya ocurrido. Estoy haciendo todo lo posible para evitar que se produzcan más errores (...) No lo podía soportar", afirma Brandon Bryant, que dejó su trabajo en 2011 después de trabajar durante cinco años en misiones de drones estadounidenses para bombardear objetivos en Pakistán e Irak, en una entrevista a RT.

Además, Bryant reconoce que "los operadores carecían de visibilidad y no estaban seguros de la identidad de los blancos a los que disparaban". "Nosotros veíamos una silueta, sombras de gente y matábamos a las sombras. No había ningún tipo de supervisión (...) el programa estaba podrido por dentro", confiesa.

El exoperador de aviones no tripulados estadounidense ya admitió que vive atormentado por su participación en estos ataques y que siempre recordará como vio desangrarse hasta morir a una de sus primeras víctimas.

Desde el año 2001, EE.UU. ha estado llevando a cabo ataques aéreos mediante drones en multitud de países, incluidos Yemen, Pakistán, Afganistán y Somalia, entre otros, insistiendo siempre en que los blancos de sus ataques eran "militares".