El canciller ruso, Serguei Lavrov, ha afirmado este lunes que las recientes declaraciones del presidente de EE.UU., Barack Obama, sobre las negociaciones para la transición del poder en Ucrania, prueban que Washington estuvo directamente detrás de un "golpe de Estado" contra el expresidente ucraniano Víktor Yanukóvich.

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Las declaraciones de Obama confirman que Washington estuvo "desde el principio involucrado en un golpe de Estado contra el Gobierno que el presidente Obama describió neutralmente como 'transición de poder'", ha reiterado Lavrov.

El canciller ruso hace estos comentarios en alusión a las declaraciones de Obama emitidas el domingo en la cadena televisiva CNN, donde admitió que EE.UU. propició el derrocamiento de Yanukóvich en febrero del año pasado y, luego, la instauración de un gobierno proccidental en Kiev, después de que Washington "había negociado un acuerdo para la transición de poder en Ucrania."
"La retórica de la última entrevista de Obama hace pensar que Washington seguirá haciendo todo lo posible para respaldar incondicionalmente a las autoridades de Kiev que, según parece, tienen la intención de solucionar el conflicto por la fuerza", ha señalado Lavrov.
El jefe de la Diplomacia rusa también ha criticado al Occidente por el bloqueo de las conversaciones directas entre las autoridades ucranianas y las fuerzas prorrusas del este de Ucrania y lo ha tildado de negligente ante las acciones ilegales que comete el Gobierno ucraniano.
"En todo el mundo, nuestros socios occidentales llaman a un diálogo entre el gobierno y la oposición, ya sea Yemen, Irak, Afganistán, Sudán del Sur", -el ministro continua- "pero, por alguna razón, Ucrania es una excepción y nuestros socios occidentales evitan llamar a un diálogo en lo que se refiere a Ucrania y sólo llaman para proporcionar todo tipo de apoyo a las acciones de Kiev".
Yanukovich fue derrocado tras las protestas apoyadas por el Occidente en febrero 2014 después de que se abstuviera de firmar un acuerdo de asociación con la Unión Europea (UE) y prefiriera estrechar más los vínculos con Rusia. Se trasladó a Moscú después de la caída.

La implicación de Washington en el golpe ucraniano resultó más que evidente incluso antes del derrocamiento de Yanukóvich, cuando el 4 de febrero de 2014, se publicó una conversación telefónica de la secretaria de Estado adjunta de Washington para Asuntos Europeos y Euroasiáticos, Victoria Nuland, con el embajador de EE.UU. en Kiev, en la que discutían sobre qué personas debían entrar en el Gobierno ucraniano y cuáles no.


En diciembre de 2013, Nuland admitió en un discurso en la Fundación EEUU-Ucrania, con sede en Washington, que el Gobierno estadounidense había invertido 5 mil millones de dólares en los años anteriores al golpe para lo que llaman la promoción en Ucrania de las "habilidades e instituciones democráticas", "la participación cívica y el buen gobierno", consideradas "condiciones previas para que Ucrania realice sus aspiraciones europeas".