El antiguo director del FMI asegura que desconocía que las mujeres que participaban en sus orgías eran prostitutas

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© PHILIPPE HUGUEN (AFP)La policía intercepta a una activista que se lanzó sobre el coche que llevaba a DSK al tribunal de Lille, este martes.
Dominique Strauss-Kahn, el que fuera director del FMI y el candidato con más opciones de alcanzar la presidencia de la República Francesa en 2012, ha testificado este martes en el juicio abierto contra él y otras 13 personas por "proxenetismo agravado". El expolítico socialista - conocido por sus iniciales: DSK - se ha manifestado feliz ante el tribunal de poder, por fin, explicarse sobre este asunto.

Desconocía la condición de prostitutas de las mujeres con las que celebraba sus orgías, ha insistido, pero, sobre todo, ha intentado lavar un tanto su imagen. "Da la impresión de que yo desarrollaba una actividad frenética, desbocada", ha dicho. "Eran encuentros sexuales que se produjeron cuatro veces al año durante tres años". Más adelante, sobre los permanentes contactos que mantenía con sus amigos, presuntos proxenetas también, ha comentado que no eran tampoco tan frecuentes y que tenía cosas más importantes que hacer. "Le recuerdo que había una crisis económica grave en 2009 y que hemos salvado al planeta --no yo, sino la institución que dirigía-- de la catástrofe".


Comentario: Según esta lógica que pudiera llamarse paramoralística, no importa si lo que hiciste esta mal, sino que lo hiciste "poco". Además, el FMI no ha salvado al planeta de la crisis, más bien ha ahogado a los países con una deuda imposible de pagar y unas medidas de austeridad que han arruinado a cientos de miles de familias.


DSK podría ser condenado a una pena de hasta 10 años de cárcel y una multa de 1,5 millones de euros. El tribunal correccional de Lille - donde desde el día 2 han prestado declaración varias mujeres que aseguraron que participaba muy activamente en fiestas sexuales - le acusa de organizar, junto a una red de colaboradores, orgías con prostitutas en esa ciudad del norte de Francia y en otras capitales. Su declaración de esta mañana ha sido en ocasiones recibida con escépticas sonrisas. DSK, animado por su propio discurso, ha relatado la importancia de escuchar las opiniones de sus amigos, consejos de gente corriente sobre la política o sobre la seguridad con por ejemplo el excomisario, ahora imputado en esta causa, Jean-Christophe Lagarde.


Las positibilidades de que Strauss-Kahn sea condenado en este asunto son inciertas. El fiscal pidió el archivo de la causa. El juez instructor, como ha recordado esta mañana el presidente del tribunal, considera, sin embargo, que el expolítico no podía ignorar la condición de las prostitutas, cree que los intercambios de sms con los otros acusados hablando de las "amiguitas" y el "material" le incriminan y que el haber dispuesto de un apartamento en la avenida Iena de París para estas orgías es una prueba evidente de proxenestismo. El proxenetismo agravado es, para la justicia francesa, un delito mayor consistente en promover y facilitar la prostitución con ayuda de otros.

A su llegada al tribunal, tres mujeres con el torso desnudo, activistas de la organización Femen, se han lanzado sobre el coche del antiguo ministro de Finanzas francés, de 65 años. Con gritos que reclamaban la condena de los clientes de la prostitución, las activistas han tratado de frenar, antes de ser interceptadas, la berlina con cristales tintados en la que iba DSK. Es un privilegio que el tribunal ha concedido a este acusado, el de entrar en coche hasta el garaje de las instalaciones, mientras el resto de los imputados y las testigos de cargo, entre las que hay varias prostitutas que han rehecho su vida, se ven obligados a pasar por entre la nube de periodistas que hacen guardia en la calle.

Vestido con un elegante traje azul marino y corbata en tonos grises, Strauss-Kahn ha negado, impasible, ante el tribunal correccional los cargos que se le imputan. No cometió, ha dicho, "ni crimen ni delito alguno", según una carta remitida a los expertos psiquiatras encargados de analizar su personalidad, y que se ha leído ante el tribunal. El expolítico, ahora consejero financiero de empresas y gobiernos, además de conferenciante, ha hecho su primera declaración ante el tribunal aparentemente tranquilo, una mano sobre otra, apoyado en el atril dispuesto en el centro de la sala para los testigos y acusados. Asegura tener una jubilación de sus diversos cargos de 10.000 euros mensuales y una sola propiedad: su casa en Marruecos.

El sumario del caso inculpa a un total de 14 personas, pero señala a DSK como la persona sobre la que presuntamente pivotaba la organización de las orgías - en las que el imputado actuaba en ocasiones de manera brutal con las jóvenes prostitutas, según estas han declarado - y le presenta como el principal beneficiario de esas veladas. Los encausados, entre los que están también un policía, un abogado y varios empresarios, están acusados de organizar una quincena de orgías con prostitutas en Bruselas, Lille, París, Nueva York y Washington entre 2007 y 2011. Según las investigaciones judiciales, el grupo tomaba como base de operaciones el hotel Carlton de Lille. DSK estaba en esa época aún al frente del FMI.

El juicio oral comenzó el pasado 2 de febrero, pero el proceso se inició en 2011. Ese año, la policía judicial de Lille inició una investigación sobre supuestas actividades de prostitución en los hoteles Carlton y Des Tours tras varias denuncias anónimas. La apertura del proceso de Lille coincidió con la detención del antes admirado Strauss-Kahn en un hotel de Nueva York por presunto abuso sexual a una limpiadora. Tras el arresto, el expolítico socialista dimitió de su cargo. La sentencia podría llegar a finales de este mes, según ha informado el propio tribunal.