La élite de la UE tiene más miedo de EE.UU. que de la opinión de los propios europeos y de los países que no están de acuerdo con el envío de armas a Ucrania. ¿Es independiente la actitud de los líderes europeos en cuanto a su posición de Rusia sobre Ucrania, o simplemente se trata de un juego del poli bueno (UE) y el poli malo (EE.UU)?
© Reuters / Ints Kalnins
El 81% de los alemanes está en contra de la entrega de armas de la OTAN a Ucrania, mientras que el 79% reprueba el aumento de la participación de Alemania en conflictos internacionales, según una encuesta citada por el diario alemán
'Bild'. No obstante,
la opinión pública tiene poca fuerza ante el dominio de las élites europeas, opina Alexander Shatílov, docente de la Universidad Financiera de Rusia, en una entrevista con el portal
'Svobodnaya Pressa'. "
En las cuestiones serias la élite impondrá la decisión que quiera", afirma el experto.
Según él, la última vez que los líderes europeos intentaron mostrarse independientes respecto a EE.UU. fue en la época del canciller alemán Helmut Kohl y del presidente francés Jacques Chirac. Sin embargo,
EE.UU. se pasó algunos años "seleccionando" a la actual élite europea y "eliminando a los políticos independientes", precisamente para que ahora Europa no sea capaz de adoptar una actitud autónoma, explica. En este sentido, resulta significativo que justo después de
la visita a Moscú "supuestamente espontánea e independiente" de la canciller alemana
Ángela Merkel, ésta se
dirigiera directamente a Washington "para conformar las posturas", opina Shatílov.
Hay informaciones que apuntan a que en los pocos Estados europeos que se muestran en contra de la política antirrusa, como Grecia o la República Checa, se están preparando sus propios 'maidanes', y que en caso de que fuera necesario, en estos países se llevarán a cabo golpes de Estado, incluso militares, comen Shatílov. "
A EE.UU. no le importa qué medios utilizar cuando la apuesta es fuerte", resalta. Otro experto, Dmitri Danílov, de la Academia de Ciencias de Rusia, afirma que EE.UU. aplica en Ucrania medidas similares a las que ya ha aplicado
en otras regiones del mundo. "Demuestran que están dispuestos a actuar de manera férrea contra cualquiera que esté en contra de su política exterior", apunta.
¿El poli bueno y el poli malo?La actitud de Europa y de EE.UU. en cuanto a la posición de Rusia sobre Ucrania se parece a la técnica del policía bueno y el policía malo, afirma Shatílov, agregando que en realidad "
los europeos siguen el plan estadounidense sin plantearle a Rusia compromisos reales". Por su parte, Danílov no está de acuerdo con esta idea, afirmando que las actitudes de EE.UU. y de la UE distan mucho. Según él, Bruselas intenta buscar compromisos con Rusia, aunque manteniéndose en general en el marco de la posición política de EE.UU., si bien la UE depende mucho de Washington y sus posibilidades "son muy limitadas", cree.
Por otro lado, los líderes de la UE pueden intentar usar la situación en Ucrania para sus propios intereses con el objetivo de fortalecer la imagen de Rusia como enemigo y, de esta manera, distraer a los europeos de sus problemas económicos y del descontento de sus Gobiernos, recuerda Shatílov.
Europa envía armas a Ucrania desde hace muchoMientras queda abierta la decisión de si enviar o no armas de la OTAN a Ucrania, algo que podría
desatar una guerra internacional en lo que es ahora un conflicto local, según Shatílov se pasa por alto algo importante:
que las armas ya se envían. Amenazando con emprender la entrega de armas a Ucrania, el presidente de EE.UU., Barack Obama, intenta legalizar una situación ya existente:
Las entregas de armas europeas, municiones, tanques, artillería, a Ucrania se efectúan desde hace tiempo, aunque hasta ahora de manera secreta, sostiene Shatílov.
Ahora EE.UU. busca legitimar y aumentar el suministro de armas y, de esta manera, amenazar directamente a Rusia y presionarla para que ceda en su postura sobre la situación en el sureste de Ucrania, agrega.
Pese a las palabras de los políticos europeos que, supuestamente, buscan evitar la guerra, "lo que vemos es que Kiev, con Washington detrás, sigue confiando en la aplicación de fuerza", concluye.
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