Estos datos se conocen ahora gracias a un estudio que, liderado por el Instituto Español de Oceanografía (IEO) y en colaboración con las dos universidades públicas canarias y el Museo de la Naturaleza y el Hombre, al fin permite conocer datos exactos de esta formación geológica, que también despierta el interés de los canarios por su posición: entre Tenerife y Gran Canaria. Ahora se sabe con certeza que sus coordenadas son 28º 05′ 24" N y 16º 10′ 1.4" W. Prácticamente el punto central donde el Instituto Geográfico Nacional situó el epicentro del temblor de 5,2 grados Richter del año 89 y de la treintena de réplicas que se sucedieron entre la madrugada del 9 de mayo a la mañana del 10.
Es su enorme base, sin duda, el dato recogido que más llama la atención por ahora, a la espera de que los especialistas puedan estudiar las muestras recogidas durante una expedición que ahora mismo continúa al sur de El Hierro. El volcán submarino surgido junto a La Restinga en 2011 es el otro objeto de estudio de esta campaña, llamada Vulcana 2015, acrónimo de Vulcanología Submarina de Canarias, y que espera tener continuidad hasta 2017. "En la base del Volcán de Enmedio caben 539 campos de fútbol", ejemplifica el responsable de Vulcana 2015 Eugenio Fraile, científico titular del Oceanográfico que nos atiende desde las aguas herreñas que navega en en el buque Ángeles Alvariño.
Explica Fraile que este Volcán de Enmedio es un edificio volcánico que presenta un rango de profundidades de 1.630 metros en su cima y de 2.100 metros en su base, con una altura máxima de 470 metros, con lo cual sería imposible que, en caso de erupción, se notase en la superficie.
Comentario: ¿Pero hay riesgo de erupción? ¿sí o no? Esta información parece que el científico ha decidido guardársela para él, pero se encarga de tranquilizarnos asegurando que en caso de erupción no vamos a notarlo. Ante tanta corrupción por parte de la ciencia es difícil confiar en sus palabras, cuando no vienen acompañadas de más información.
A 500 metros al suroeste del edificio principal del Volcán de Enmedio se observan dos conos secundarios con alturas que no superan los 100 metros sobre el fondo marino. Para Eugenio Fraile, las muestras recogidas hasta ahora y la información recopilada no permite deducir que estemos ante un estratovolcán. Sobre la posible antigüedad, será el análisis de las muestras recogidas lo que arrojará datos al respecto.
En cuanto a la ausencia de actividad, en cierto modo ha resultado una sorpresa ya que se esperaba una actividad similar a la acaecida en El Hierro, con emisiones de calor de gases que, sin embargo, no aparecieron en las barridas efectuadas por el edificio volcánico. Conserva esa forma cónica más propia de los sistemas activos, y presenta deslizamientos al sur y al norte
Breve historia
Gracias a la web de Acanvol (Asociación Canaria de Volcanología), que pilota Mauricio Méndez, podemos recordar que la presencia de este volcán fue detectada precisamente a finales de los años ochenta por el buque oceanográfico alemán Meteor, aunque fue el buque Hespérides, del IEO, quien primero lo cartografió a finales de los noventa, apuntando algunos datos que ahora la batimetría realizada en el estudio actual ha permitido corregir o, en algún caso, confirmar con detalle.
Entre los datos descubiertos ahora (y que se reflejan en una ficha técnica ya publicada por Vulcana 2015) destacan las fuertes pendientes que presenta este volcán, que sólo remiten en las cercanías de la base. También cabe apuntar que sólo se sabía de uno de los dos conos de unos 100 metros de altura hallados junto al Volcán de Enmedio, del que están separados por una depresión.
Otro dato de interés para los especialistas es que esa forma cónica se rompe en su cima, que está separada precisamente como consecuencia de los deslizamientos aludidos.
Más cerca de Abona
Por último, un detalle: el Volcán de Enmedio está más cerca de Tenerife que de Gran Canaria. Concretamente a unos 25 kilómetros del Faro de Abona y a unos 36 del Puerto de La Aldea de San Nicolás de Tolentino.
Comentario: Hay que recordar que la actividad sísmica en Tenerife se había duplicado en 2014 respecto a años anteriores, lo que llevo a los investigadores a analizar este volcán. Así que sorprende que el científico Eugenio Fraile, quien ha facilitado la información para esta noticia, se muestre tan despreocupado y no facilite la información sobre la actividad sísmica en la zona del volcán o la intensa actividad en el interior del volcán. Una vez más, la ciencia parece estar ciega ante los cambios que está sufriendo el planeta u oculta los posibles peligros a los que podríamos estar expuestos.
Estemos atentos por si este volcán termina finalmente erupcionando.