A las 09:00 de la mañana de este viernes 23 de octubre, Manoli y su hijo iban a ser desahuciados de su vivienda de la calle República Uruguay de Badajoz.
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Para impedirlo, miembros del Campamento Diginidad y la PAH, además de algunos concejales de Recuperar Badajoz,se han reunido a las puertas de la vivienda, a modo de protesta.

Amparo Hernández, de Podemos, cuenta "sorprendida" que el trato por parte de la Policía Nacional ha sido "salvaje". "No me lo podía creer", asevera. "No somos animales, ni bestias, somos personas", añade la concejala, que asegura que los ciudadanos y demás colectivos reunidos a las puertas de la vivienda "no han puesto resistencia alguna".

No obstante, continúa, "ha habido hasta patadas", algo que será denunciado para que este tipo de situaciones "no se vuelvan a repetir".

Manoli, de 50 años y su hijo, de 28, iban a ser desahuciados esta mañana, aunque un acuerdo de las partes ha otorgado finamente un plazo de 10 días para que se ejecute el desahucio.

Cabe destacar que Manoli presenta un 60% de minusvalía, además de tener una depresión diagnosticada, algo que le impide trabajar.

El desahucio, explica, ha sido provocado por su ex marido. Este, tras el divorcio con Manoli, contrajo un crédito personal con la financiera Carrión de Mérida y dejo de pagar, provocando así el embargo de la vivienda.

La mujer tiene derecho de uso y disfrute sobre la misma por sentencia, pero el juez no le da tanta validez a ese título como si hubiera sido inscrito en el registro de la propiedad.

Por todo esto, Manoli y su hijo tendrán que abandonar su casa, pero piden que la Junta de Extremadura les ceda una vivienda para poder instalarse tras el desahucio.