El escenario más probable, según los expertos de la entidad, es una reactivación paulatina, de estilo estromboliana, con caída de ceniza principalmente de forma moderada a fuerte, que afectaría sobre todo la zona occidental del volcán, excepto si se observa un cambio de la dirección del viento.
© ElComercio.comEl volcán Tungurahua visto desde Ambato durante horas de la tarde.
La institución científica publicó este viernes un informe con el objetivo de prevenir oportunamente a las autoridades y a la población de la posibilidad de una erupción del Tungurahua a mediano plazo.
Al decir de la entidad, de ocurrir el segundo escenario, las caídas de ceniza y cascajo asociadas a una columna eruptiva alta tienen una mayor probabilidad de afectar zonas lejanas del volcán con direcciones más variables debido a la inestabilidad de la dirección de los vientos a esa altura.
Los proyectiles balísticos (bloques y bombas volcánicas) asociados a las explosiones podrían alcanzar una distancia de cinco kilómetros desde el cráter, advirtió.
El volcán Tungurahua, de cinco mil 23 metros de altura y ubicado en la cordillera andina, a unos 140 kilómetros al sur de esta capital, es uno de los más activos del país.
Aunque ha mantenido una actividad superficial baja desde su última erupción, ocurrida del 26 de febrero al 15 de marzo de este año, de acuerdo con el Instituto Geofísico nuevas observaciones muestran una intrusión magmática reciente.
En los últimos ocho años, el volcán Tungurahua ha mostrado de manera repetitiva periodos de aparente quietud y las reactivaciones después de estos han presentado señales premonitoras claras a corto plazo (horas a días) en solo el 20 por ciento de las veces, puntualizó el informe.
A criterio de la entidad, en base a eso y al tiempo de reposo que ha tenido el volcán hasta ahora (79 días), se estima que una reactivación del Tungurahua a mediano plazo (semanas a meses) es probable.
La estación inclinométrica de Retu, ubicada en el Refugio Tungurahua, al norte del cráter, muestra una clara tendencia inflacionaria y su sensor empezó a registrar evidencias de movimiento de magma, reveló el Instituto Geofísico.
Comentarios del Lector
a nuestro Boletín