El primer ministro malasio, Nayib Razak, ha pedido a las antiguas potencias coloniales que "no den lecciones" a los países que antes explotaban.

Nayib Razak primer ministro malasia
© Hispan TVEl primer ministro malasio, Nayib Razak, a su llegada a la capital de China, Pekín, 1 de noviembre de 2016.
A las antiguas potencias coloniales "no les corresponde dar lecciones a los países que explotaron sobre cómo deben conducir sus asuntos internos", dice Razak en un artículo de opinión que ha publicado este miércoles el diario China Daily.

El jefe del Gobierno de Malasia indica que tanto Pekín, donde está de visita oficial, como Kuala Lumpur coinciden en que se debe respetar la soberanía, valores y sistemas de gobierno propios de cada país.

Al mismo tiempo que enfatiza que "este será el siglo de Asia", Razak hace hincapié en la conveniencia de incrementar la cooperación entre Malasia y China. De hecho, durante su reunión ayer martes con su par chino, Li Keqiang, firmó un total de 14 acuerdos de colaboración.

En su texto, el gobernante malasio subraya la necesidad de cambios en las instituciones internacionales a favor de los países que hasta el momento "no han tenido voz" en la infraestructura legal y de seguridad establecida por los ganadores de la II Guerra Mundial (1939-1945).

A continuación, aboga por la iniciativa china del Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras, para después afirmar que se necesitan nuevos entes para "una nueva era" en el continente más grande del mundo, e invita a todos a acercarse a China.

La visita de Razak a Pekín se produce dos semanas después de que el presidente filipino, Rodrigo Duterte, proclamara en la capital china su "separación" de Estados Unidos y su acercamiento a China.

Las posturas favorables de los líderes malasio y filipino hacia Pekín se expresan mientras que una serie de países del este de Asia, incluido estos tres, mantienen disputas territoriales sobre el mar de la China Meridional. Aparentemente, estos países quieren dejar a un lado sus discrepancias y poner en práctica la idea de una Asia más fuerte.