Esto ha provocado que un número creciente de académicos y activistas estadounidenses pidan a las autoridades del país que se realice una auditoria o un recuento de votos de los comicios en estados clave como Michigan, Pensilvania y Wisconsin por sospechas de que los resultados podrían haber sido manipulados por hackers extranjeros, reporta por su parte el diario The Guardian.
Comentario: El nivel de estupidez de algunos ciudadanos estadounidenses nunca deja de sorprendernos. ¿Tan difícil les resulta aceptar que la asesina y criminal de guerra que apoyaban perdió las elecciones? ¿Acaso no se dan cuenta de que no es tanto que Trump haya ganado sino que la gente está harta de que su gobierno los engañe y empobrezca sólo para favorecer la codicia de un puñado de ricachones?...
Los activistas y expertos, que además instan al Partido Demócrata a unirse a la lucha, entregarán la próxima semana a los líderes del Congreso y a las autoridades federales un informe con "evidencia convincente" de que los sistemas computacionales en los estados mencionados pudieron ser interferidos por piratas informáticos internacionales.
Comentario: Curioso que a pesar de que estos "expertos" y "activistas" instan a su partido a unirse a esta lucha las autoridades demócratas no parecen dispuestas a abrir ninguna investigación. ¿Por qué cree usted que esto ocurre?... Piénselo... ¿Qué tal si los que cometieron fraude fueron los propios demócratas y aún haciendo trampa no les alcanzó para torcer la elección? No olvide que la financiación que recibió Killary para su campaña fue multimillonaria y por parte de los personajes más obscuros imaginables (Soros por ejemplo). Si alguien podía tener la infraestructura adecuada para cometer fraude serían justamente quienes perdieron las elecciones, no Donald Trump.
Teniendo en cuenta el tiempo que tomaría el recuento manual de los más de 130 millones de votos, estas exigencias son prácticamente imposibles. Durante la campaña electoral fue Trump quien denunció de un posible fraude electoral en su contra, pero ahora son sus rivales demócratas quienes exigen un recuento de votos.
Comentario: Por otro lado, aunque sea prácticamente imposible llevar a cabo el recuento, es posible que esta denuncia sea parte de una campaña para deslegitimar el triunfo de Trump generando en el ciudadano común la idea de que el nuevo presidente no cuenta con el suficiente apoyo popular para que su mandato sea verdaderamente representativo de las masas. Sabemos bien que quienes perdieron no se conformarán con haber sido desplazados del poder, así que parte de su plan B podría ser arengar al pueblo y provocar una revolución de color en su propio territorio para desbancar al nuevo presidente como durante décadas lo han hecho en otros países.