El gobierno venezolano ordenó militarizar seis ciudades y una capital de un Estado tras los violentos disturbios y saqueos que se desataron en protesta por la salida de circulación de los billetes de 100 bolívares

saqueos en venezuela
A menos de una semana de la Nochebuena, Venezuela se encuentra convulsa y con poco ánimo navideño ante la decisión del presidente Nicolás Maduro de sacar de circulación el billete de 100 bolívares (Bs), el de más alta denominación hasta el momento. Estaba previsto que para el 15 de diciembre se actualizase el cono monetario venezolano con papel moneda de más valor (500, en principio), ante los índices de inflación, pero nadie ha visto los billetes nuevos y la falta de efectivo prendió focos de disturbios en algunas zonas del país.

La medida de sacar de circulación «lo más rápido posible» el billete de 100 Bs para combatir una mafia especulativa que estaba acumunalando los billetes en la frontera del lado de colombia y que estaba afectando el valor de cambio de bolívares a dólares, tuvo que ser rectificada en horas por el propio Maduro, quien admitió que ha habido problemas para que los nuevos billetes lleguen desde donde se imprimieron. Y así como ordenó recoger los billetes, tuvo que posponer la decisión. Ahora éstos, que ya no están en manos de los comercios, ni de los ciudadanos, sino del Banco Central de Venezuela - porque fueron recogidos en su mayoría entre martes y jueves - , tendrán validez hasta el 2 de enero. Como parte de las medidas especiales económicas, la frontera de Venezuela con Colombia y Brasil permanecerá cerrada también hasta esa fecha.

"Tengo que denunciar que estamos siendo víctimas de un sabotaje internacional para que los nuevos billetes, que ya están listos, no puedan ser trasladados a Venezuela", sentenció Maduro como excusa a que los nuevos billetes no están todavía en circulación. Acusó al Departamento del Tesoro de Estados Unidos de orquestar el supuesto plan y dijo que un primer lote de billetes ingresaría ayer, pasadas las 4 de la tarde (hora local). El estado Bolívar, al sur de Venezuela, ha sido el más afectado. Dos personas, entre ellos un adolescente de 15 años, murieron por los disturbios y saqueos, y otra decena resultaron heridas. Más de 100 comercios fueron desmantelados y los cuerpos de seguridad tuvieron que tomar el control de la situación y ahora la entidad está en toque de queda, al menos hasta este lunes 19 de diciembre.

En el estado Apure, tres bancos fueron saqueados el viernes: el Venezuela, el Bicentenario y el Sofitasa. Y aunque las investigaciones están en curso, las autoridades se precipitaron a señalar a personalidades de la oposición como promotoras de los disturbios. Un diputado de la Mesa de la Unidad Democrática, Luis Lippa, fue detenido durante unas horas por el Servicio Bolivariano de Inteligencia, pese a tener inmunidad parlamentaria, como parte de las pesquisas por el ataque a los bancos. Los disturbios se replicaron, en menor escala, en otras ciudades, como Maracaibo.

Muchos comercios de ciudadanos chinos fueron asaltados, lo que motivó que el gobierno de Beijing lanzara una advertencia a Caracas.

China, que mantiene una buena relación con Venezuela, pidió al gobierno de Caracas protección para sus ciudadanos durante los disturbios, informó este lunes la cancillería china. La Embajada china en la capital venezolana activó, tras los primeros incidentes, el mecanismo de emergencia y emitió avisos de seguridad a sus ciudadanos que residen en el país, explicó hoy la portavoz de Exteriores Hua Chunying.

China está "preocupada" por la situación en el país latinoamericano, aunque confía en que el gobierno y el pueblo venezolanos "podrán manejar" la situación, concluyó Hua.

Numerosos ciudadanos chinos que residen en Venezuela son dueños de supermercados y comercios, los establecimientos más susceptibles a sufrir saqueos como los ocurridos en algunas zonas del país en los últimos días, ante la falta de productos y efectivo.

En el siguiente video, comerciantes chinos arrojan billetes para evitar ser saqueados:


En Caracas, capital del país, la situación es un poco más normal. Los puntos de venta para pagar con tarjetas de débito y crédito colapsaron ante la cantidad de transacciones de tipo electrónico. Pese a que están cerca las festividades navideñas, algunos servicios, como el de pago de gasolina, frutas al por menor, compra de periódicos e incluso pasaje en el transporte público, sufrieron una disminución ante la falta de dinero circulante.

Para Joao Dos Santos, la tragedia de la falta de efectivo es otra. Pasó 16 horas en cola para hacer el depósito del dinero en billetes de 100 Bs que le había generado su panadería en el centro de Caracas y ahora que la moneda vuelve a tener validez hasta pasado el Año Nuevo, no tiene suficiente efectivo para pagarles a los proveedores y algunos servicios puntuales. «Nos quieren volver locos. Todo esto es un desastre. ¿Cómo ordenaron sacar un billete y no tenían el sustituto? Vienen tiempos en que los servicios se pagan en efectivo, de las compras por las festividades. Es un completo desastre», afirmó el comerciante.

Mientras tanto, la Mesa de la Unidad Democrática se sumó a pedir la renuncia de Maduro por las políticas ineficientes que ha implmentado. Esta crisis se suma a la de escasez de alimentos y medicinas, así como la de seguridad y la política que ha vivido el país en todo el 2016.

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