Yona Metzger, ex gran rabino ashkenazi de Israel, irá a la cárcel por tres años y medio bajo los términos de un acuerdo de culpabilidad alcanzado con los fiscales estatales, anunció el Ministerio de Justicia.
Rabino Yona Metzger
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El acuerdo establece que Metzger se declarará culpable de fraude, incumplimiento de la confianza y delitos tributarios, a cambio de una pena de prisión reducida, después de enfrentar una serie de cargos de corrupción y soborno. Además de cumplir la pena de cárcel, el estado se quedará con un apartamento en el nombre de Metzger en el centro de Tel Aviv y le exigirá que pague una multa de 5 millones de shekels (1,3 millones de dólares).

Según los informes, el acuerdo de culpabilidad fue ofrecido después de meses de negociaciones entre los abogados de Metzger y altos funcionarios de la Fiscalía del Estado.

El año pasado, la Corte de Distrito de Jerusalén acusó a Metzger de aceptar unos 10 millones de shekels (2.58 millones de dólares) en sobornos. Metzger renunció como rabino jefe el 24 de julio de 2013, justo antes del final de su mandato de 10 años en el cargo.

Su decisión se produjo después de que la Unidad Nacional de Fraude de la Policía de Israel, también conocida por su nombre Lahav 433, abriera una investigación de meses sobre estafas vinculadas a Metzger involucrando millones de shekels. El caso fue entregado a la oficina del fiscal de distrito de Jerusalén, que lo examinó antes de pasarlo al entonces Asesor Jurídico del Gobierno Yehuda Weinstein, quien presentó los cargos contra Metzger.

La policía dijo que Metzger había escondido unos 200.000 dólares con su hermana en Haifa, y una búsqueda de su casa encontró 40.000 shekels (más de 11.300 dólares en ese momento) en efectivo escondido en varios libros. En ese momento, Metzger afirmó que el dinero en Haifa provenía de una herencia, pero la investigación encontró que esta afirmación era falsa.

Según la acusación, varias organizaciones sin fines de lucro relacionadas con el rabino durante su mandato recibieron millones de shekels en donaciones, algunas de las cuales Metzger tomó para su uso personal.

Además de beneficiarse de donaciones a causas benéficas, también fue acusado de aceptar sobornos destinados a influir en su opinión sobre los asuntos a los que asistió como rabino jefe.

En 2005, fue interrogado bajo sospecha de recibir beneficios de un hotel en Jerusalén a cambio de favores, y la policía recomendó que fuera juzgado por fraude y violación de confianza.

Pero el fiscal general de la época, temiendo un fracasado proceso, decidió no acusarlo. En su lugar, escribió un informe mordaz sobre Metzger, acusándolo de mentir a la policía y recomendando que renuncie de inmediato.