En tan solo ocho meses, Trump ha llevado a la OTAN a "un punto de crisis", y ahora "una ola de aliados que optan por la autonomía en vez de por la dependencia asfixiante".
Christopher Aluka Berry / Reuters
© Christopher Aluka Berry / Reuters
El acuerdo firmado entre Rusia y Turquía la semana pasada sobre los suministros de sistemas antiaéreos S-400 supone "un revés para el bloque militar estadounidense de la OTAN", sostiene en un artículo para RT Sreeram Chaulia, analista internacional y decano de la Escuela Jindal de Asuntos Internacionales en la ciudad de Sonipat (La India).

Según explica este experto, pese a los desacuerdos y tensiones internas, hasta ahora ningún Estado miembro de la Alianza había roto "la norma no escrita" de evitar la cooperación estratégica de defensa con Rusia. Por lo tanto, el hecho de que Erdogan "pudiera contemplar una iniciativa tan audaz y socavar la lógica antirrusa existencial de la OTAN" dice mucho sobre "cuán dramáticamente EE.UU. está perdiendo su control sobre sus aliados".

Turquía

En opinión del analista, el que ha llevado el sistema de la alianza global a un punto de crisis es "el capitán a cargo", el presidente Donald Trump, que en tan solo ocho meses en el Despacho Oval ha logrado "deconstruir una estructura internacional de confianza y fe cuidadosamente construida" desde la Segunda Guerra Mundial.
Sistemas antiaéreos rusos S-400. / Iliya Pitalev / Sputnik
© Iliya Pitalev / SputnikSistemas antiaéreos rusos S-400.
En el caso de Turquía, la decisión de Trump de suministrar directamente armas a los kurdos sirios en mayo de 2017, así como la falta de progreso en la demanda turca de extraditar al clérigo Fetulá Gulen, "han amortiguado las esperanzas iniciales en Ankara de que la nueva Administración estadounidense sería afín", señala Chaulia. Por otro lado, las investigaciones legales en curso y los cargos contra los guardias de seguridad y los políticos turcos en el sistema de justicia estadounidense "han añadido leña al fuego" desde la perspectiva de Erdogan.

Ante "tales desprecios y amenazas", la reacción natural de un político "atrincherado y grandilocuente" como Erdogan es la de buscar "nuevas alineaciones para dar a EE.UU. una lección", con lo que la compra de los S-400 rusos "es una réplica en la cara" de Trump, que da por sentada la lealtad de Turquía.

Catar

La actitud de Trump hacia sus aliados se refleja también en su manejo de la crisis en torno a Catar. Indiferente al hecho de que este país alberga la mayor base militar estadounidense en Oriente Medio, el mandatario estadounidense "cayó en la trampa" de Arabia Saudita y "tomó partido descaradamente" a favor de Riad en su lucha con Doha por la supremacía entre los reinos árabes del Golfo, explica el analista.

Así las cosas, Catar aprendió lecciones similares a las de Turquía, acercándose más a Irán y a Rusia, y también involucrando a otras naciones neutrales como Omán y Kuwait para responder al desafío saudí. El hecho de que Doha no cediera a las demandas de sus rivales del Golfo y se mantuviera firme a pesar de las declaraciones de Trump contra ella "muestra cuánta influencia EE.UU. ha perdido en Oriente Medio", apunta el autor del artículo.

Corea del Sur, Japón y Australia

En Asia, donde la situación de seguridad se está deteriorando fuertemente, Trump "tampoco ha ayudado", al optar por "insultar y rechazar" a los aliados.
  • Corea del Sur ha sufrido "un prematuro revés de confianza" por los agresivos llamamientos de Trump para desechar el "horrible acuerdo comercial" conocido como KORUS debido al creciente déficit comercial en favor de Seúl. La insistencia de Trump para que Corea del Sur pague mil millones de dólares por el sistema antimisiles THAAD y su anterior sugerencia para que Seúl y Tokio adquieran sus propias armas nucleares "han sembrado grandes dudas" en torno la suposición histórica por la que EE.UU. asume los costos para defender a sus aliados y así "obtiene su gratitud y aceptación", destaca el analista.
Un interceptor THAAD en Seongju, Corea del Sur, el 13 de junio de 2017.
© Kim Hong-Ji / ReutersUn interceptor THAAD en Seongju, Corea del Sur, el 13 de junio de 2017.
  • El primer ministro japonés Shinzo Abe es, probablemente, el único aliado significativo a quien Trump no ha tratado de manera incorrecta. Sin embargo, en cuanto a la cuestión que realmente le importa a Japón -si EE.UU. lo defenderá de una China cada vez más fuerte y de Corea del Norte- Abe no tiene garantías estratégicas inequívocas por parte de la Administración Trump.
  • Australia también está "reconsiderando su tradicional dependencia" de la alianza norteamericana y da señales de que está dispuesta a aceptar "la supremacía inevitable de China", opina Chaulia, agregando que "las malhumoradas relaciones" personales de Trump con el primer ministro australiano, Malcolm Turnbull, son indicativas "de un malestar más profundo".
América Latina

La última encuesta del Pew Research Center revela cómo Trump frustró las relaciones con las naciones latinoamericanas, y, en concreto, con México, que ha sido "el chivo expiatorio favorito" del presidente de EE.UU. en lo que se refiere al comercio y a la inmigración. Solo un 5% de los encuestados dicen confiar en Trump, frente al 49% que confiaba en Obama al final de su mandato.

Además, la renegociación del TLCAN forzada por Trump "ha indignado a los mexicanos y ha mellado sus expectativas" sobre la voluntad de Washington de actuar "como un vecino justo".

Por otro lado, al deshacerse de las políticas liberalizadoras de la era Obama hacia Cuba y sugerir que EE.UU. cuenta con una "opción militar" para hacer frente a la crisis política en Venezuela, Trump "ha reencarnado el espectro del 'feo estadounidense' y el imperialismo yanqui en América Latina", advierte el analista.

Europa

Si el comercio, la migración y el terrorismo unieron a EE.UU. y Europa como un 'Occidente' único con "valores más o menos homogéneos e intereses compartidos", estas mismas cuestiones han abierto "un enorme abismo" en la era Trump, alerta el experto.
Kai Pfaffenbach / Reuters
© Kai Pfaffenbach / Reuters
El rechazo de la canciller alemana, Angela Merkel, y del presidente francés, Emmanuel Macron, a las políticas y observaciones de Trump sobre el cambio climático, el proteccionismo comercial y el manejo del terrorismo islamista confirman una creciente brecha en el Océano Atlántico.

¿Desmoronamiento total?

En cualquier caso, indica el analista, por ahora el daño que Trump ha causado a las alianzas de Estados Unidos "no está en la zona de desmoronamiento total".

Sin embargo, si el giro de Turquía a Rusia es un indicador de lo que está por venir, "lo impensable bien podría pasar para cuando Trump cuelgue las botas", advierte Chaulia, para concluir que "una ola de aliados que optan por la autonomía en vez de por la dependencia asfixiante está sobre la mesa".