El ministro de Información de Siria, Mohamad Ramez Turyuman, recuerda que la toma del control de la ciudad de Al-Raqa, antiguo feudo del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) en el norte de Siria, por las fuerzas kurdos-sirias no supone la liberación de dicha urbe ya que aún no está bajo el control del Gobierno central sirio.
"No consideramos una ciudad liberada antes de que en ella entre el Ejército Árabe Sirio e ice la bandera siria. Me refiero a cualquier punto en el mapa sirio", ha dicho Turyuman en una entrevista con la agencia rusa Sputnik.
Comentario: ¿Por qué es necesario aclarar esta obviedad? Ningún fragmento de Siria puede considerarse liberado si todavía está ocupado por una fuerza hostil y foránea, sea que se trate de Daesh (terroristas clandestinamente financiados por EE.UU.), las Fuerzas Democráticas Sirias (que comúnmente se los conoce como "terroristas moderados" y no son otra cosa más que terroristas comunes y corrientes financiados abiertamente por EE.UU.), o las mismas tropas estadounidenses.
El martes las llamadas Fuerzas Democráticas Sirias (SDF, por sus siglas en inglés) -apoyadas por Estados Unidos- anunciaron tener bajo control la totalidad de la ciudad de Al-Raqa, dando así fin a la presencia de Daesh en las zonas norteñas de Siria.
Del mismo modo el ministro sirio ha calificado como una agresión la entrada de militares turcos en Idlib (oeste) y, también, la presencia militar de Estados Unidos en la zona de Al-Tanf, en el sur de Siria, fronteriza con Jordania, y ha exigido la rápida retirada de las fuerzas "invasoras" de dichas zonas.
Turyuman ha reiterado que el Gobierno sirio no cederá ni un centímetro de su territorio nacional y que ya hay planes en marcha para recuperar el control del resto de las zonas que están bajo ocupación de fuerzas extranjeras, terroristas y grupos armados.
Comentario: Nada tiene que hacer EE.UU., menos aún si como ellos mismos afirman, los terroristas ya fueron expulsados. La cuestión de fondo es que EE.UU. está operando en contra del gobierno sirio todavía la mismo tiempo que está salvando los restos de Daesh que todavía pueden serle útil transportándolos a territorio seguro en Afganistán.
Está claro que Washington a regañadientes está entendiendo que la operación "Invasión Siria" ha fallado, y que no le queda más remedio que tratar de no salir tan perjudicado tras esta derrota. Los terroristas de Daesh y "asociados" son una gran inversión para EE.UU. y la fuerza de choque para poner en marcha todas sus sucias operaciones alrededor del mundo. Salvar lo que quede de ellos para reutilizarlos es una cuestión prioritaria en este momento. Al mismo tiempo Washington se aferra a este pedazo de territorio sirio con el fin de tener un elemento de negociación y contrarrestar el proyecto ruso de recuperación completa de la integridad siria.
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