La licuefacción inducida por terremoto es uno de los principales contribuyentes al riesgo sísmico urbano. Las sacudidas hacen que aumente la presión de agua en los poros lo que reduce la tensión efectiva, y por lo tanto disminuye la resistencia al corte de la arena. Si existe una corteza de suelo seco o una cubierta impermeable, el exceso de agua puede a veces surgir en la superficie a través de grietas en la capa superior, arrastrando en el proceso arena licuificada, lo que produce borbotones de arena, comúnmente llamados "volcanes de arena".

El estudio de características de licuefacción resabios de terremotos ocurridos en épocas prehistóricas, llamado paleolicuefacción o paleosismología, puede brindar gran cantidad de información sobre los terremotos que ocurrieron antes de que existieran registros históricos o se pudieran realizar mediciones precisas.