Corren tiempos muy difíciles en Washington. Como hemos estado diciendo por más de un año, las acusaciones hechas contra Trump por "coludir con Rusia" para ganar la Presidencia contra Hillary Clinton, no han sido más que una cacería de brujas política para deslegitimarlo ante los ojos de los estadounidenses y del mundo, así como también para impedir que el gobierno de Estados Unidos interactúe con Rusia en términos más razonables.
Russian Collusion
Globalmente, el intento de conectar a Trump con un "malvado plan" ideado por Rusia para "subvertir la democracia estadounidense" mediante el reajuste de las elecciones presidenciales, también ha servido al propósito de vilipendiar al gobierno ruso y de pintar al presidente ruso Vladimir Putin como una especie de Maquiavelo imperialista al que hay que combatirse de la manera más agresiva posible.

Los intereses políticos y de inteligencia promiscuamente entrelazados, dirigidos a mantener en el tiempo este espectáculo absurdo, deben haber considerado que estaban matando dos pájaros de un tiro; el primero, destruir políticamente a Trump para que no tuviera ninguna oportunidad de demostrar que Estados Unidos y Rusia podrían trabajar juntos de manera constructiva, y el segundo, promover la Gran Mentira de que Rusia busca dañar a Estados Unidos (y al mundo) en pos de sus intereses.

Pero por desgracia, las verdaderas mentiras, confabulaciones y los crímenes perpetrados para vigorizar esta falsa narrativa rusa, son ahora expuestos finalmente, y están logrando un mayor reconocimiento público. Y las leyes que fueron quebrantadas para cazar a Trump, podrían ser la causa de todo el infierno que se está desatando en Washington. O así debería ser.

El jueves pasado, un memorándum de cuatro páginas del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes de EEUU, mostró a los miembros de la Cámara el abuso generalizado de la corte del Tribunal de Vigilancia de Inteligencia Extranjera de Estados Unidos (FISA por sus siglas en inlgés). La información "perturbadora y explosiva" que supuestamente contiene, apunta directamente a la vigilancia ilegal por parte del FBI y el Departamento de Justicia de Trump y de su campaña, bajo la dirección de la administración Obama. El memorando sigue siendo "clasificado", pero los miembros republicanos del Congreso han estado insinuando públicamente durante la semana pasada lo que contiene y clamando por su publicación.

Aunque está siendo minimizado en los principales medios de comunicación -que están calificando el memorándum como un esfuerzo partidista del Partido Republicano para socavar la investigación del Consejo Especial de Robert Mueller, tal es el alboroto en DC por el momento, que la publicación del documento aparentemente no sólo pondría fin a las carreras de altos funcionarios del FBI y del Departamento de Justicia y abriría una puerta a su procesamiento criminal, sino que también pondría fin a la investigación completamente falsa de Robert Mueller, el principal impulsor del "Russiagate".

He leído el memorandúm. Una realidad enfermiza ha sido expuesta. No espero que haya una explicación inocente de la información que el público ha visto. Hace tiempo que digo que es peor que el Watergate.
El memorándum es aparentemente un relato de la propia investigación del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes sobre la falsificación de información del FBI y el Departamento de Justicia en el ataque a Trump, y ha sido visto por más de 130 miembros del Congreso hasta el momento, la mayoría de ellos republicanos. Parece que de los muchos demócratas que también están al tanto de la información, sólo los miembros del Comité de Inteligencia de la Cámara se han tomado la molestia de leerlo hasta ahora.

Lo que este memorándum parecería confirma es que fue de hecho la campaña de Hillary Clinton quien pagó por el falso expediente de Steele (a través de su financiamiento del Fusion GPS) que luego fue presentado como prueba para obtener una orden del FISA con el fin de espiar a su oponente político, el entonces candidato Donald Trump. Además, confirmaría la naturaleza histórica del "Russiagate": que los funcionarios del gobierno de EEUU que trabajan en agencias gubernamentales estadounidenses, en lugar de subvertir a un gobierno extranjero, intentaron una operación de cambio de régimen en su propio patio trasero.


El informe clasificado compilado por la Cámara de Inteligencia es profundamente preocupante y plantea serias preguntas sobre el escalafón superior del Departamento de Justicia de Obama y el FBI de Comey, en lo que se refiere a la llamada investigación de colusión.

Si bien el informe está clasificado como Top Secret, creo que el comité selecto debería, de acuerdo con las normas de la Cámara, votar para que el mismo esté disponible al público lo antes posible. Este es un asunto de importancia nacional y el pueblo estadounidense merece la verdad.
Los preparativos para "publicar el memorándum" y "desmentir el Russiagate" durará al menos una semana más, ya que de acuerdo a las normas procesales, aparentemente no puede hacerse público antes de finales de mes. Primero el republicano de California, Devin Nunes, Presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, debe proponer su publicación en la votación de la comisión. Si eso pasa, el memorándum se le entregaría a Trump para su revisión. Si él rechaza la publicación del memorándum (que seguramente indicaría que el Estado Profundo realmente lo tiene estrangulado), entonces vuelve a la Cámara de Representantes para otra votación.

La emoción republicana ha generado una oleada de apoyo público para su lanzamiento con el hashtag #ReleaseTheMemo, el cual ha sido twiteado millones de veces en los últimos días. Hay un hartazgo y una indignación palpables entre muchos que exigen que se diga la verdad sobre el asunto. Millones de estadounidenses están enfermos hasta la muerte por haber sido engañados por su gobierno y por no poder ver al presidente de su elección trabajar lo mejor posible a su favor y sin hostigamiento. Por supuesto, si usted fuera a creer un poco en los medios de comunicación, el éxito de #ReleaseTheMemo se debe principalmente a las "¡cuentas de robots vinculadas a Rusia!"

Hillary Clinton: Estoy tan animada por todos ustedes. ¡Adelante!

Scottsman78: ¡Y yo estoy tan animado de que vayas a la cárcel! ¡Adelante! ¡A la bahía de Guantánamo!

Tracy: (En resupuesta a @HillaryClinton) Estoy segura de que está nerviosa por el memorándum de la orden del FISA, como debería estarlo. No creo que @BarackObama y usted hayan tenido en cuenta esta estafa. Creyeron que ganarían, pensaron mal por supuesto, y ahora ambos están expuestos. Oraciones, sé que la humillación es insoportable para usted.

Monica Cox: (En respuesta a @HillaryClinton) ¡Me muero de risa... vas a ir a la cárcel! #releasethememo #corruptaHillary
El ex fiscal federal, Joe DiGenova, recientemente concedió una entrevista al diario Daily Caller en la que expuso el intento de golpe de estado, nombró a los golpistas y comentó acerca de la opinión de la corte del FISA de 99 páginas de abril de 2017, que fue desclasificada pero no reportada, y "describe las violaciones sistemáticas y continuas de la ley" por el FBI y sus contratistas (ha sido editado en la opinión del FISA, pero casi con certeza incluye la firma privada de inteligencia Fusion GPS y Crowdstrike).


Si el memorándum llega a Trump sin ediciones y de manera tal que realmente ratifique públicamente el Russiagate como la caza de brujas que es, no es seguro que él saque provecho del mismo. Aunque verdaderamente esta sería su gran oportunidad para disipar el mito de la colusión con Rusia para amañar las elecciones estadounidenses, siempre existe la posibilidad de que no lo haga.

Ya hemos visto cómo Trump se ha visto obligado a ceder el poder ejecutivo a los intereses establecidos desde hace mucho tiempo por aquellos que buscan perpetuar la política exterior tóxica y destructiva de la "intervención humanitaria", la "construcción de la democracia" y la hegemonía mundial. Poner fin a la narrativa rusa sería una victoria para Trump, pero también pondría en tela de juicio esa caracterización engañosa de la Rusia de Putin que tanto se empeñan en hacer creer a todos.

Así que, mientras esperamos a ver qué impacto tiene la publicación de este memorándum en Washington, deberíamos recordar con quién estamos tratando aquí. Hillary Clinton, Comey, Mueller et al. han estado involucrados durante años en empresas criminales masivas, están bien interconectados, tienen a los medios de comunicación corporativos de su lado, y harían lo que consideren necesario, incluyendo dañar físicamente a sus objetivos, para protegerse a sí mismos y proteger los intereses del Partido de la Guerra.