La mayoría de la gente que lea esto habrá oído hablar del Complejo Industrial-Militar de Estados Unidos (MIC), un estado dentro del Estado que libra guerras por todas partes, tiene bases en todo el planeta y saquea a las naciones pobres y se apodera de sus recursos para el beneficio personal de una élite minoritaria. Pero si esta definición es correcta, deberíamos haber visto un aumento dramático en el gasto federal estadounidense en materia de defensa durante los últimos 70 u 80 años, cuando el moderno MIC estadounidense ha estado activo. ¿Es éste el caso?
liberal totalitarianism
"Todo lo que no está prohibido es obligatorio."

Una pizca de verdad

Hace décadas, la defensa constituía la mayor parte del presupuesto federal. En la década de 1950 representó alrededor de 2/3 del gasto federal, que representaba el 15% del PIB de los Estados Unidos.

Esta proporción es alta y correspondía a un país capitalista en la época en la que el gasto estatal se limitaba a dos prioridades fundamentales: la defensa y la infraestructura, mientras que todos los demás sectores de actividad quedaban en manos de la iniciativa privada. Pero las cosas han cambiado mucho desde entonces:
Defense spending as percent of US GDP
Gasto en defensa expresado como porcentaje del PIB estadounidense.
Como se muestra en el gráfico anterior, en los últimos 60 años, el presupuesto de defensa se ha reducido del 15% del PIB a menos del 5%. Como resultado, el presupuesto de defensa (en dólares constantes) ha estado estancado desde los años 50:
US defense budget (1946-2008)
Presupuesto de defensa estadounidense (1946-2008).
Este estancamiento es realmente sorprendente, puesto que el presupuesto federal ha aumentado dramáticamente durante el mismo período de tiempo:
US federal budget (inflation adjusted)
Presupuesto federal estadounidense (inflación ajustada).
El gráfico anterior muestra que el presupuesto federal de los EE.UU. saltó de 500.000 millones de dólares en la década de 1950 a casi 3,5 billones de dólares en 2010. En 2017, bajo el mandato de Obama, alcanzó los 4,2 billones de dólares. Eso es más que un aumento del 800%.

Un factor que permitió este dramático incremento del gasto federal fue el aumento del PIB, que puede atribuirse en parte a los beneficios de las guerras que EE.UU. ha llevado a cabo en numerosos países durante las últimas seis décadas:

USA bombing list (1950-2015)
Lista de bombardeos de EE. UU. (1950-2015).
Esos conflictos y sus secuelas generaron enormes beneficios no sólo para los fabricantes de armas, sino también para todas las empresas implicadas en la "reconstrucción" del país asediado (que suele implicar que el dinero de los impuestos estadounidenses se canalice a las corporaciones estadounidenses) y la apropiación de los recursos más rentables de la nación afectada.

Este proceso se explica claramente en la "Doctrina del shock" de Naomi Klein. Pero lo que no se explica en el libro de Klein es que las empresas que aumentan dramáticamente sus ganancias gracias a la guerra, terminan expandiéndose, reclutando más empleados y remunerando a contratistas y proveedores, y que todos esos agentes económicos, a su vez, terminarán pagando más impuestos que financian el presupuesto federal.

¿Quién se beneficia?

Si, como se muestra arriba, el presupuesto de defensa de los EE.UU. no aumentó mientras que el presupuesto federal aumentó bruscamente, ¿entonces a dónde fue todo este dinero federal extra? Parece que la mayoría de esos fondos, y aquí estamos hablando de billones de dólares cada año, fueron al mismo lugar, al estado de bienestar:
US Federal budget as share of GDP
Presupuesto federal de EE. UU. expresado en porcentaje del PIB.
Como se muestra en el gráfico anterior, el gasto en las dos principales funciones del gobierno federal, defensa (rojo) e infraestructura (verde), se ha reducido drásticamente. En los años 50, representaba alrededor del 90% del gasto federal, mientras que el estado de bienestar (programas de derechos o ayudas sociales- azul) era prácticamente inexistente.

Hoy en día, la situación se invierte: la defensa y la infraestructura representan apenas un 1/6 del gasto total, mientras que los programas de derechos/ayudas sociales reciben la mayor parte con 2/3 del presupuesto federal:
US federal spending in 2015
Gasto federal estadounidense en 2015.
En términos absolutos, el aumento del gasto social es aún más sorprendente. Ha alcanzado casi los 3 billones de dólares, y ahora supera el gasto en defensa en un factor de 5. Note también que sigue una trayectoria hiperbólica que grita insostenibilidad:
Trend in social service spending
Evolución del gasto en servicios sociales.
Los programas sociales ya consumen 2/3 del presupuesto federal y, a este ritmo frenético, para el 2030 lo consumirán en su totalidad:

Federal social program VS federal revenues
Programa social federal vs. Ingresos federales.
A pesar de los ingresos adicionales generados por las guerras y el aumento de los impuestos, el gasto federal (compuesto en su mayoría por programas sociales) ya supera los ingresos federales totales (de ahí la enorme deuda pública estadounidense):

Federal revenue vs spending
Ingresos contra gastos federales.
Como se muestra en el gráfico anterior, los ingresos federales están aumentando constantemente, pero el gasto está aumentando mucho más rápido. Desde 2002, el gasto supera con creces los ingresos y contribuye así a un nivel insostenible de deuda pública. Desde 2012, la deuda pública estadounidense es mayor que el PIB de Estados Unidos y, no por casualidad, sigue la misma trayectoria hiperbólica insostenible que la del gasto en programas sociales:
Real GNP VS. federal debt (1950-2015)
PNB real contra deuda federal (1950-2015).
El estado de bienestar financia la implementación del totalitarismo liberal

Lo anterior demuestra que es demasiado simplista afirmar que las guerras libradas por Estados Unidos están diseñadas exclusivamente para beneficiar al complejo industrial-militar. Si bien es cierto que los agentes del complejo militar e industrial se benefician de las guerras, es evidente que no son los únicos beneficiarios, y ni siquiera son los principales.

Más bien, el principal beneficiario de las guerras estadounidenses es el estado del bienestar. Pero las ganancias de la guerra, por muy frecuentes y grandes que sean, no son suficientes para llenar el agujero negro del bienestar; además de las ganancias de la guerra, los niveles gigantescos de deuda también son necesarios para financiar las altas tasas de programas sociales actuales.

De lo anterior, se puede concluir razonablemente que una de las razones fundamentales para que EE.UU. lleve a cabo guerras alrededor del mundo (y acepte niveles tóxicos de deuda) es la financiación del estado del bienestar. La siguiente pregunta es: ¿adónde va este dinero destinado al bienestar social?

El gráfico siguiente muestra que las personas con un ingreso anual inferior a 25.000 dólares son los principales beneficiarios de los beneficios fiscales y de transferencia:
Tax and transfer benefits relative to wage level
Beneficios fiscales y de transferencia relativos al nivel salarial.
¿Y quiénes son los individuos que ganan menos de 25.000 dólares al año? ¿Existe algún factor sólido de predicción de la pobreza, como la raza, la edad, el sexo o la ubicación geográfica? Ninguno de esos criterios es tan importante como el estado civil para predecir la pobreza:
Marriage/wealth correlation
Correlación entre matrimonio y riqueza económica.
Es mucho más probable que las familias monoparentales sean pobres, y el número de familias monoparentales nunca ha sido tan alto como hoy en día. La situación ha llegado al punto en que la familia normal ya no es la norma. Un niño nacido en 2018 tiene menos del 50% de probabilidad de crecer con ambos padres biológicos:
Unwed childbearing (1929-2008)
Crianza de hijos sin matrimonio (1929-2008).
La crianza de los hijos sin matrimonio ha alcanzado proporciones epidémicas en Estados Unidos, con cerca de 14 millones de progenitores solteros en 2011 que crían a más de 20 millones de niños.

Las estadísticas muestran de forma convincente que la crianza monoparental de los hijos no es un buen entorno para los niños. Aumenta dramáticamente la probabilidad de que estos niños participen en conductas criminales, tomen drogas, vayan a la cárcel, abandonen la escuela, sufran depresión, sean obesos y, por supuesto, terminen pobres.
Negative effects of single parenting
Efectos negativos de la crianza monoparental.
Pero "pobreza" en un país socialista como Estados Unidos no significa lo mismo que pobreza en un país del tercer mundo. Hoy en día, un padre soltero con uno o más hijos es elegible para más de 100 programas sociales diferentes. En promedio, un padre soltero con dos hijos recibirá entre 35.000 dólares (en Illinois) y 49.000 dólares (en Hawái) en prestaciones sociales. La intervención del estado del bienestar estadounidense ha alcanzado tales proporciones que, en muchos casos, es más rentable ser un padre soltero sin trabajo que un padre casado que trabaja. El estado del bienestar alienta a los padres solteros a no trabajar:
Un estudio del Instituto Cato de 2013 en el que participé reveló que los beneficios totales de la asistencia social -contando no sólo la TANF (Asistencia Temporal para Familias Necesitadas), sino también los cupones de alimentos, asistencia para la vivienda, el Medicaid, el WIC (Programa Especial de Nutrición Suplementaria para Mujeres, Bebés y Niños), la asistencia alimentaria de emergencia y el Programa de Asistencia Energética para Hogares de Bajos Ingresos (LIHEAP, por sus siglas en inglés)-sobrepasaron el salario mínimo en 35 estados. En los ocho estados más generosos, esos beneficios podrían exceder lo que una persona ganaría con un trabajo de 20 dólares por hora en 2013. Si bien es cierto que no todas las familias pobres reciben todos esos beneficios, es evidente que el sistema de bienestar social puede crear un fuerte desincentivo para trabajar.
Exactamente de la misma manera financiera, el estado de bienestar alienta a los padres solteros a que no se vuelvan a casar:
Dada la eficacia del matrimonio para reducir la pobreza y otros problemas sociales, usted pensaría que fortalecer el matrimonio sería una prioridad máxima para el estado del bienestar. Incorrecto. El sistema de bienestar social hace lo contrario. La asistencia social penaliza activamente el matrimonio reduciendo los beneficios cuando las parejas de bajos ingresos se casan.

Por ejemplo, una madre soltera con dos hijos que gana 15.000 dólares al año, generalmente recibirá alrededor de 5.200 dólares al año del programa Food Stamp. Sin embargo, si se casa con un padre con el mismo nivel de ingresos, sus cupones de alimentos se reducirían a cero. Una madre soltera que recibe beneficios de vivienda pública recibiría un subsidio de aproximadamente 11.000 dólares al año si no tiene empleo. Pero si se casa con un hombre que gana 20.000 dólares al año, estos beneficios se reducirían casi a la mitad.

El gobierno federal administra más de 80 programas de asistencia social; casi todos ofrecen incentivos financieros muy reales para que las parejas permanezcan separadas y no casadas.

- Robert Rector, How the Welfare State Penalizes Parents Who Marry
Al apoyar generosamente a los padres solteros y destruir la institución del matrimonio con el divorcio "sin culpa", el estado de bienestar apoya activamente lo que se ha llegado a conocer como la agenda feminista/liberal. El estado de bienestar ha expulsado de facto a los hombres del núcleo familiar y los ha reemplazado. Hoy en día es el Estado, no los padres, el que educa a los hijos (guardería, escuelas, consejería), hoy es el Estado, no el marido, el que apoya económicamente a la esposa.

La intrusión del Estado en el núcleo familiar también está afectando profundamente la naturaleza de la relación entre las madres solteras y sus hijos. Las madres solteras están efectivamente "casadas" con el Estado, que las mantiene económicamente, mientras que sus hijos se han convertido cada vez más en una herramienta financiera para maximizar este apoyo financiero:
La sustitución del padre por el gobierno, que es la tendencia actual en Occidente, debilitará los sentimientos maternos, alterará la naturaleza misma de la maternidad de un vínculo emocional a una forma de empleo asalariado con el dinero como intermediario entre la madre y su amor; la maternidad ya no sería un vínculo, sino un empleo remunerado. Es obvio que este proceso llevaría a la destrucción de la familia.

-Baskerville, the new politics of sex
La familia fue el último baluarte contra el totalitarismo izquierdista

Sería un grave error pensar que la destrucción de la familia por la ideología liberal y su estado de bienestar es una victoria para los padres solteros.

Todos podemos salir perdiendo debido a la destrucción de la familia: el padre expulsado se vuelve esclavo de la deuda como consecuencia directa de su divorcio y de la consiguiente pérdida de sus bienes y la confiscación de sus ingresos. La madre soltera es esclava del apoyo económico del Estado y los hijos son esclavos del sistema educativo del Estado.

spy cam
¿Qué estás mirando?
Y lo que es más importante, el núcleo familiar fue la última fortaleza de la privacidad y la libertad frente a la ideología liberal totalitaria. Era el último lugar donde los individuos podían tomar decisiones personales, donde el Estado no podía interferir con las decisiones personales, donde las personas eran libres de transmitir a la siguiente generación su cultura, valores morales y conocimientos.

El aumento de los hogares monoparentales ha reducido el número de familias tradicionales, mientras que las nuevas leyes que regulan todos los aspectos de la vida privada de las familias (incluyendo la violencia doméstica, las decisiones sobre la crianza de los hijos, la educación, la sexualidad, las creencias religiosas, la alimentación de los niños y el uso de medicamentos alternativos) permiten la interferencia del Estado en la vida familiar.

Noten que estamos tocando aquí la definición central del totalitarismo:
El totalitarismo es un concepto político en el que el Estado no reconoce límites a su autoridad y se esfuerza por regular todos los aspectos de la vida pública y privada.

- Conquest, Robert (1999). Reflections on a Ravaged Century.
La ideología liberal ha matado a la familia y ahora nada impide el control totalitario de cada ciudadano, ni siquiera en su propio hogar. Pero la destrucción de la familia es sólo uno de los numerosos y nefastos objetivos perseguidos por la ideología progresista y los que la propugnan. Por supuesto, esos objetivos se esconden cuidadosamente detrás de una fachada políticamente correcta:

- multiculturalismo: concepto políticamente correcto para referirse a la destrucción de las naciones;
- antirracismo: concepto políticamente correcto para referirse a la aparición de minorías privilegiadas;
- clericalismo: concepto políticamente correcto para referirse a la destrucción de las religiones;
- libertad sexual: concepto políticamente correcto para referirse a la promoción de la promiscuidad;
- igualdad: concepto políticamente correcto para referirse la destrucción de la libertad personal;
- arte moderno: concepto políticamente correcto para referirse a la destrucción de la belleza;
- fluidez de género: concepto políticamente correcto para referirse a la destrucción de la identidad;
- postmodernismo: concepto políticamente correcto para referirse a la destrucción de la verdad;
- lucha contra las noticias falsas: concepto políticamente correcto para referirse a la censura;
- libertad: concepto políticamente correcto para referirse a la eliminación de responsabilidades.

La promoción de estas políticas nihilistas ocurre en todas las áreas de nuestra sociedad moderna: en la educación desde el jardín de infancia hasta el posgrado, en el mundo académico con la financiación politizada de temas e investigadores ortodoxos, en los trabajadores sociales que complementan el sistema educativo para hacer cumplir la ideología, en los grupos minoritarios generosamente financiados y protegidos, en los principales medios de comunicación que difunden las mentiras liberales cotidianas, en la ley donde las cohortes de jueces hacen cumplir las decisiones ideológicas, en grupos de presión que influyen en quienes toman las decisiones, en los políticos que apoyan las leyes que promueven la agenda liberal, en los expertos e investigadores que publican estudios sesgados que apoyan las ideologías liberales.

Nótese que, hoy en día, la promoción de una agenda liberal totalitaria no la lleva a cabo un grupo claramente identificado liderado por un único líder público como fue el caso de los bolcheviques de Lenin en Rusia o de los nazis de Hitler en Alemania.

Hoy en día, el totalitarismo se ha transformado en una especie de hidra ideológica, y sólo se ven sus cabezas bajo la apariencia de muchos grupos "activistas", todos los cuales se definen a sí mismos como "oprimidos". A pesar de su aparente diversidad, todos estos grupos "activistas" pertenecen al mismo cuerpo ideológico: liberalismo/progresismo.

La hipocresía del liberalismo:


Los feministas y liberales desprecian al ejército porque es un ambiente dominado por los hombres, uno de los últimos lugares donde la agresividad sana puede, idealmente, servir a un propósito positivo o protector. Al mismo tiempo, estas personas parecen ser plenamente conscientes de lo atractivo que es el ejército desde una perspectiva social y política:

1/ Finanzas: necesitan al ejército para financiar su plan totalitario.

2/ Ingeniería social: los feministas y liberales se han dado plenamente cuenta de que el nivel de coerción en el ejército (donde el soldado debe obedecer las órdenes aunque vayan en contra de su consciencia) lo convierte en un terreno perfecto para el adoctrinamiento. En el ejército, más que en ningún otro lugar, es posible aplicar una ingeniería social extrema.
¿Qué pasa con los soldados -y hay muchos- que no están de acuerdo con la presencia de mujeres y homosexuales en las unidades de combate? ¿Deben ser castigados? ¿Un consejo de guerra? ¿Sus opiniones religiosas y políticas -que en otros ciudadanos estarían protegidas por la Primera Enmienda y otras garantías para la libertad de expresión- constituyen desobediencia a las órdenes? Si es así, esto significaría utilizar las severas normas de la disciplina militar para imponer una ideología política y castigar la heterodoxia doctrinal, incluso cuando no son más que creencias tradicionales y no tienen ninguna relación con la eficacia militar.

-Baskerville, the new politics of sex
3/ Conflicto doméstico: El avance del plan liberal/feminista está dando lugar a un creciente número de opositores que pueden ver lo absurdo, las contradicciones y la destructividad de su ideología. En los últimos años hemos visto un número creciente de enfrentamientos violentos entre los defensores de la ideología liberal (guerreros de la justicia social, Antifa, activistas negros) y las personas que se oponen a ella.

El ejército que interviene directamente para imponer la ortodoxia ideológica entre los ciudadanos parece una pesadilla orwelliana remota. Aunque esta deriva ya es muy real dentro del ejército estadounidense:
Funcionarios militares han comenzado a atacar a ciudadanos estadounidenses en suelo estadounidense como "grupos de odio" debido a sus convicciones religiosas. En los informes militares, los funcionarios etiquetaron a grupos de ciudadanos respetuosos con la ley como la Asociación Americana de la Familia (AFA) como grupos de odio debido a su moral sexual.

"¿Por qué los militares están entrenando a su personal sobre organizaciones domésticas, sobre lo que está pasando aquí dentro de los Estados Unidos? ¿No es el propósito de los militares luchar guerras en el extranjero?" pregunta Tim Wildmon de AFA.

"Es un poco preocupante pensar que el ejército de EE.UU. se esté concentrando en grupos como la Asociación Familiar Americana." En efecto, los militares están tomando partido en cuestiones políticas internas hasta el punto de hacer que las convicciones religiosas sean motivo de intervención militar. "Es espeluznante y, de hecho, peligroso ver a los militares estadounidenses incluso involucrados en la vigilancia de grupos profamilias en suelo estadounidense", dice Bryan Fisher de AFA. "Su trabajo es luchar contra al-Qaeda, no contra sus propios ciudadanos."

- Dave Bohon, Pentagon's True Take on Pro-family, The New American
Los liberales y feministas son conscientes de esta tendencia y desde hace mucho tiempo se han dado cuenta de que es el que tiene las armas quien suele ganar. Ésta es una de las principales razones por las que, desde hace años, los feministas se hayan centrado en el ejército y apunten a controlarlo.

Por un lado, feministas y liberales señalan con el dedo la agresión masculina ejemplificada por el ejército, por el otro lado utilizan al ejército para promover sus tóxicos objetivos. La hipocresía no se detiene ahí; considere la disposición con la que los feministas envían a los hombres a morir en el "frente" mientras condenan la más mínima palabra o mirada sexualmente sugestiva de hombres hacia las mujeres.

La hipocresía feminista hacia las mujeres es igualmente sorprendente. En el hogar, los feministas (tanto las variedades masculinas como las femeninas) tratan a las mujeres como criaturas frágiles que son las víctimas interminables del acoso y la violencia sexual, pero son los mismos feministas quienes presionaron a favor de la feminización del ejército, lo que básicamente significa usar a las mujeres como carne de cañón.

Conclusión:

Con el fin de reconciliar dos valores mutuamente excluyentes, las guerras y la igualdad, los izquierdistas han estado desarrollando narrativas retorcidas: la guerra por la "libertad", la guerra por la democracia, la guerra por la igualdad, la guerra humanitaria. No debe sorprender entonces ver que muchos feministas apoyan las guerras contra naciones extranjeras en nombre de detener la "opresión" de las mujeres en la misma nación extranjera a la que apunta la élite neoliberal.
"No somos partidarios de la guerra, y las condiciones no tenían que llegar a este punto extremo, pero creemos que retirar las tropas significa abandonar a 15 millones de mujeres y niños a unos locos que los sacrificarán por sus ansias de poder".

- Esther Hyneman, miembro del consejo de administración de Women for Afghan Women [Mujeres por las Mujeres Afganas]
Released prisoner of war Lt. Col. Robert L. Stirm is greeted by his family at Travis Air Force Base in Fairfield, Calif., as he returns home from the Vietnam War, March 17, 1973.
Liberado prisionero de guerra, el teniente coronel Robert L. Stirm es recibido por su familia cuando regresa de la guerra de Vietnam.
Irónicamente, las guerras libradas por los hombres en el extranjero han acabado financiando el estado del bienestar en casa que, a su vez, financia una guerra interna en la que el marido es el enemigo.

El estado del bienestar está en proceso de sacar al marido de la familia gracias a un simulacro de justicia: no hay divorcio por culpa, tribunales privados, acusaciones falsas, jueces sesgados, menor nivel de pruebas, no hay un debido proceso para el acusado, ampliación de la definición de violación, acoso sexual y violencia doméstica.

Durante siglos, los hombres han librado guerras para proporcionar recursos a su hogar local. Nada es nuevo bajo el Sol, excepto que hoy, cuando el soldado regresa del frente: no es bienvenido con estandartes, sonrisas y besos.

Por el contrario, ha sido expulsado de su casa, tiene que pagar una pensión alimenticia para el resto de su vida, otro hombre está en su cama y el Estado se ha apoderado de sus hijos:
Como me escribe un esposo del Ejército, los soldados han sido desalojados de sus casas, les han embargado sus vehículos y se han visto obligados a tomar préstamos sólo para sobrevivir. Un soldado en particular fue enviado a Irak y, aunque estaba divorciado de su cónyuge y se había establecido la manutención de sus hijos y estaba al día con los pagos, ella pudo solicitar exitosamente al tribunal que incrementara la manutención a pesar de que él tenía custodia conjunta de sus hijos y el ejército le permitió mantener los cuartos para ellos. Esto incrementó su apoyo a más de 3.000 dólares por mes para dos niños, y cuando regresó de la guerra se vio obligado a declararse en bancarrota. Pero la quiebra no ofrece protección contra el arresto.

- Baskerville, the new politics of sex [La nueva política del sexo]
En resumen, el complejo industrial-militar es un chivo expiatorio conveniente que es utilizado por liberales y feministas para financiar el estado del bienestar estadounidense y su deriva totalitaria.