Venezuela es uno de los cinco fundadores de la Organización de Países Exportadores de Petróleo e históricamente mantuvo una posición importante en el grupo. Sin embargo, hoy esa presencia se ve disminuida por la brusca caída de su producción petrolera, señala el experto Francisco Monaldi.

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Los otros miembros OPEP se benefician del descenso de la explotación de hidrocarburos porque toman los mercados venezolanos, pero por mucho que el país reduzca su bombeo el gobierno seguirá exportando petróleo porque es su fuente de ingresos, agrega.

Monaldi afirma que Petróleos de Venezuela está colapsada por la deuda externa de los bonos y de las empresas proveedoras de servicios. Anota que hay riesgo de perder a Citgo, filial de Pdvsa en Estados Unidos, si los tenedores de bonos exigen el pago de esos papeles en default.

La hoja profesional de Monaldi es extensa: director y profesor titular del Centro Internacional de Energía y Ambiente del IESA; consultor de organismos como el Banco Mundial, el FMI, el Banco Interamericano de Desarrollo, la CAF, Shell, Statoil, Saudi Aramco, IHS y Eurasia Group. Es economista egresado de la Universidad Católica Andrés Bello con Ph.D en Economía Política, y con maestrías en Economía en las universidades de Stanford y Yale.

-¿Sigue el declive de la producción petrolera venezolana?

Es muy difícil que reviertan el colapso de la producción. Maduro anunció un aumento de un millón de barriles diarios, pero la caída de este mes promete ser mayor que la de mayo. El número de taladros operando está en 28, su mínimo desde el paro de 2003. Se necesita más del doble para elevar la producción.

-¿Venezuela dejará de ser un país OPEP?

Puede permanecer en la OPEP. Incluso si a finales de año la producción es inferior al millón de barriles, el país continuará exportando. El mercado interno, que estaba por encima de 400.000 barriles diarios a principios de 2018, se seguirá contrayendo. De manera que Venezuela, incluso produciendo 500.000 barriles, seguirá exportando. Antes, habrá racionamiento masivo del mercado interno porque el gobierno necesita desesperadamente exportar.

-El presidente de Pdvsa, Manuel Quevedo, anunció que concederá campos de crudos livianos y medianos a petroleras de China y Rusia.

No se conocen los detalles de esa propuesta, pero parece referirse a contratos incentivados de servicio como los de Ecuador. La idea es que una empresa de servicio pone el dinero para reactivar o perforar pozos y se le paga con los ingresos de la venta, otorgándole incentivos por los aumentos de producción. Ya Eulogio Del Pino anunció antes ideas similares, el problema es que Pdvsa es la que debe comercializar y cobrar ese crudo y luego pagarle al contratista, pero la petrolera le debe a todo el mundo y su flujo de caja está colapsando. Como contratista hay que ser bien arriesgado para poner ese dinero.

-¿El gobierno irrespeta la ley al disponer de las reservas de crudo?

Hace anuncios que parecen violar la Constitución al enajenar las reservas, pero nadie cree que el petro esté respaldado económicamente por unas reservas que para explotarlas hay que invertir miles de millones de dólares, que no tienen. Sin credibilidad alguna, sin flujo de caja, con sanciones financieras y sin legitimidad política no va a ser fácil convencer a alguien de que invierta dinero en el petro o en la faja.

-¿Puede Venezuela, con su producción actual, hacerse valer en la OPEP?

En realidad no tiene ningún peso en la OPEP. Todos los países miembros están encantados de que la producción colapse en Venezuela porque así ellos pueden agarrarse ese mercado sin tener que afectar los precios. El país cumple más de siete veces su recorte, pero no porque quiere sino porque no puede incrementar la producción.

-¿Y la deuda de Pdvsa con sus proveedores?

Las enormes cuentas por pagar atrasadas con las grandes empresas internacionales de servicio, las transformaron en pagarés que Pdvsa no ha honrado y por eso estas corporaciones las han tenido que tirar a pérdida en sus estados financieros. Las compañías han reducido significativamente sus operaciones en Venezuela y solo prestan algunos servicios a las empresas mixtas que les pagan.

-¿Cuál es la situación de las refinerías?

Trabajan menos de un tercio de su capacidad, lo que obliga a importar productos para suplir el mercado interno y generan colosales pérdidas. Terminarán racionando el consumo, lo cual contribuirá aún más al colapso económico y social.

-¿Se perderá Citgo por las demandas en la Ciadi y los retrasos de pago a los tenedores de bonos?

Eso es muy probable. Habrá una cola de acreedores detrás de los activos de Citgo: los tenedores de los propios bonos de Citgo, los tenedores de los bonos de Pdvsa garantizados por 51% de las acciones de la filial, Rosneft (o aquellos a los que venda su deuda) que está también garantizada por 49% de las acciones de Citgo, Conoco y todos los que logren decisiones arbitrales contra Pdvsa. Es una tragedia porque Citgo es ahora más estratégica que nunca para competir con los crudos canadienses que van a llegar por el oleoducto de Keystone XL.

-Pdvsa envía crudo a China y Rusia para pagar deuda

Venezuela entrega de 300.000 a 400.000 barriles diarios a China y una cantidad algo menor a Rusia. Los chinos otorgaron un período de gracia hasta abril de este año, con lo cual solo de 60.000 a 70.000 barriles diarios eran usados para amortizar la deuda. No parecen haber renovado este acuerdo, por lo que habría que amortizar más de 300.000 barriles diarios. A Rusia sí le estaban pagando.

-¿Pdvsa recuperará la confianza?

Solo un cambio de gobierno podría revertir el colapso de la industria. Hay que restablecer los equilibrios macroeconómicos y atraer masivamente la inversión privada nacional y extranjera. La confianza tardará en recuperarse. Requerirá un gobierno estable, un marco institucional sólido y un liderazgo competente. Venezuela tiene a su favor una dotación de recursos envidiables, pero compite con países con mejor institucionalidad. Si se hace todo lo necesario, se atraerán inversiones importantes, sin embargo tomará un buen tiempo recuperar la producción y, dado lo bajo que ha caído, tardará posiblemente más de una década para llegar a los niveles de 1998. A fin de recuperarse, las inversiones en Pdvsa tendrían que ser de 20 millardos de dólares por año en 10 años. Esto demanda una reforma petrolera que dé garantías al sector privado y permita que el Estado capture las rentas.


Comentario Aunque lo diga un experto pro liberal, se ha llegado a un punto tal que la vía de la privatización masiva de la industria es lo único que la puede salvar, porque ya fue auxiliada por los aliados estratégicos de los gobiernos venezolano, Rusia y China, ayuda que al parecer no fue suficiente para aumentar la producción y consolidar un piso para poder sobrellevar los embates de las sanciones externas y el mal manejo y corrupción. En ese sentido los enemigos de venezuela se salieron con la suya.


-Pdvsa necesita de la diáspora

La reactivación de la industria petrolera requiere el recurso humano gerencial, profesional y técnico altamente capacitado que emigró del país por razones políticas, por la inseguridad, la crisis económica y social y los bajos salarios, manifestó el experto Francisco Monaldi.

Cifras sindicales indican que 25.000 trabajadores de Petróleos de Venezuela y empresas contratistas se han ido del país desde 2017 hasta la fecha, a los que hay que sumar otros 20.000 que fueron despedidos injustificadamente durante el paro petrolero de diciembre de 2002 y febrero de 2003.

Monaldi destacó que la captación del talento es uno de los retos más grandes y la única manera de lograrlo es que la diáspora petrolera regrese fundamentalmente a trabajar con el sector privado, en empresas operadoras y de servicio. "También será necesario tener gerentes bien pagados en la empresa estatal y en el organismo regulador (Ministerio de Energía y Petróleo) para que se ejecute la reforma petrolera".

Agregó que en el largo plazo se generarán muchos más empleos y estarán mejor remunerados, por lo que los petroleros deben ver con entusiasmo esa posibilidad.