Un grupo de arqueólogos mexicanos confirmaron hoy la existencia de una cámara subterránea y un túnel en la Pirámide de la Luna, en la zona arqueológica de Teotihuacán, en México.
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De acuerdo con los especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), la cámara podría haber estado dedicada a fines rituales y se encuentra ocho metros debajo de la Pirámide, tiene un diámetro de 15 metros y un túnel desemboca al sur de la Plaza de la Luna.

El hallazgo de la cámara y del túnel es el resultado de un estudio de resistividad eléctrica, efectuado alrededor de la Pirámide de la Luna en junio de 2017, por expertos del INAH y del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), pero es hasta este día que se dieron a conocer los resultados del estudio.

Lo que se puede hallar en la cámara podrá ayudar a desentrañar las relaciones que tuvo esta antigua metrópoli con otras regiones de Mesoamérica, la región cultural que se extendía desde la parte media de México hasta los límites de Costa Rica.

El túnel se encuentra hacia el sur de la Plaza Luna y los expertos consideran probable que exista otra entrada por el lado oriente.

De acuerdo con los expertos, estos hallazgos confirmarían que los teotihuacanos reprodujeron el mismo patrón de túneles asociados a sus grandes monumentos, cuya función debió ser la emulación del inframundo.

La Pirámide fue una estructura que se trabajó de forma constante por los teotihuacanos, quienes la agrandaron en siete ocasiones y está relacionada con los rituales que se habían en la Plaza de la Luna.