Los pilotos de la Marina hablaron con el diario The New York Times sobre múltiples encuentros con objetos voladores no identificados entre 2014 y 2015.
The E-2D Hawkeye is one of the most capable aerial surveillance platforms ever created.
Entre mediados de 2014 y marzo de 2015 en el cielo estadounidense se vieron a diario objetos extraños que se movía contra el viento. De acuerdo con pilotos de la Marina de Estados Unidos, los objetos no tenían ningún motor visible ni los sensores infrarrojos detectaban gases de escape. Pero ahí estaban, a más de 9000 metros y moviéndose a velocidades hipersónicas.
"Esas cosas estaban ahí arriba todo el día - señala en una entrevista, el teniente Ryan Graves, piloto de aviones caza que ha trabajado durante diez años en la Marina y que reportó los avistamientos al Pentágono y al Congreso de Estados Unidos -. Mantener una aeronave en esas condiciones requiere de una cantidad importante de energía. Con las velocidades que observamos, doce horas son once horas más de lo que uno podría esperar".
A finales de 2014, un piloto de Super Hornet casi choca con uno de los objetos y presentó un informe oficial. Algunos de los incidentes fueron captados en video, incluyendo uno tomado desde la cámara de un avión a principios de 2015 que muestra al objeto pasando por encima de olas marinas mientras los pilotos se preguntan qué están viendo.


Nadie en el Departamento de Defensa estadounidense sugiere que sean objetos extraterrestres y los expertos hacen énfasis en que usualmente hay explicaciones muy terrenales para incidentes de ese tipo. Leon Golub, del Centro Harvard-Smithsonian de Astrofísica, dijo que la posibilidad de que la causa sea extraterrestre "es tan baja que compite con muchas otras explicaciones mundanas poco probables. Hay tantas otras posibilidades: fallos en el código o sistemas que muestran las imágenes en radares, efectos atmosféricos, reflejos o desgaste neurológico por los varios datos que hay durante un vuelo de alta velocidad".

Sin embargo la cantidad de informes y datos de los radares han llamado la atención de la Marina, que envió este año nuevas claves acerca de cómo reportar lo que están llamando objetos voladores no identificados u ovnis.

Los informes fueron enviados directamente al poco conocido Programa Avanzado de Identificación de Amenazas Aeroespaciales del Pentágono, que analizó los datos de los radares y los videos.

Los pilotos comenzaron a ver los objetos cuando su sistema de radar, que databa de los años 1980, se cambió por uno más avanzado. A medida que se actualizaban los radares, los pilotos empezaron a registrar los objetos pero pensaban que eran registros falsos.
"La gente ha visto cosas muy raras en aviones militares desde hace décadas - añade Graves -. Hacemos misiones muy complejas, pasando de 9000 metros de altura, a una bajada en picada. Sería algo muy destacable que realmente hubiera algo ahí. No obstante los avistamientos siguieron, a 9000 metros, a 6000 metros y hasta a nivel del mar. Los objetos se aceleraban, luego se detenían y después alcanzaban velocidades hipersónicas".
Se pensó que se trataba de un programa de drones clasificado y extremadamente avanzado. Hasta que empezaron a verlos con sus propios ojos y no solo con el radar.

Lo extraño, a decir de los pilotos, es que el video mostraba a los objetos acelerando a velocidades hipersónicas, después hacían paradas repentinas y virajes instantáneos, algo que está más allá de las capacidades físicas para una tripulación humana.

"La velocidad no es lo que te mata - concluye Graves - , sino detenerte o acelerar de ese modo. Hay helicópteros que pueden quedarse sobrevolando, tenemos aeronaves que pueden volar a 9100 metros de altura y luego bajar rápidamente a la superficie, pero todo ello combinado en un solo vehículo que no parece tener motor ni emitir algo por el escape...".