© ApKarolin Seinsche, enferma por la bacteria E. coli
En la segunda vez que se retractan en una semana, las autoridades alemanas dijeron el lunes que las primeras pruebas no mostraron evidencia de que germinados de soya de una granja en el norte del país hayan causado el letal brote de E. coli. Un experto estadounidense consideró la investigación alemana como "un desastre".
El sorpresivo cambio de posición llega apenas un día después de que la misma agencia estatal, el Ministerio de Agricultura de la Baja Sajonia, ofreció una conferencia de prensa para anunciar que germinados de soya de la granja orgánica Gaertnerhof en el poblado norteño de Bienenbuettel eran sospechosos de provocar el brote.
El ministerio cerró la granja, incautó todos sus productos y difundió un mensaje de alerta exhortando a los alemanes a no comer germinados. La semana pasada, las autoridades señalaron que pepinos contaminados de España podrían haber sido la causa, lo cual generó acaloradas protestas de agricultores españoles y que se prohibiera la entrada de ciertos vegetales.
Posteriormente los investigadores concluyeron que los pepinos españoles estaban contaminados con una cepa distinta de E. coli. "Esta investigación ha sido un desastre", dijo a la
AP Michael Osterholm, director del Centro de Política e Investigación de Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Minnesota.
"Este tipo de respuesta a medias es incompetente", señaló, criticando severamente a las autoridades alemanas por generar sospechas sobre pepinos y germinados sin tener datos firmes. Pero el comisionado de Salud de la Unión Europea defendió a los investigadores alemanes, diciendo que estaban bajo extrema presión en momentos en que se desarrollaba la crisis.
"Tenemos que entender que la gente en ciertas situaciones tiene una responsabilidad de informar a sus ciudadanos tan pronto como sea posible de cualquier peligro que pudieran enfrentar", dijo John Dalli en Bruselas. La ministra alemana de Agricultura, Ilse Aigner, reiteró el lunes la advertencia contra el consumo de germinados, tomates, pepinos y lechuga.
Pero la retractación de Alemania sobre los germinados de soya significa que aún existe una fuente no detectada del brote más mortífero de E. coli conocido hasta la fecha, el cual ya ha causado la muerte de al menos 22 personas y ha enfermado a más de 2.330 en toda Europa. Más de 630 de esas víctimas están hospitalizadas con una complicación inusual y grave que puede ocasionar falla renal, e incluso enfermos por E. coli sin esa complicación han sido hospitalizados durante días con diarrea y sangre en heces fecales. Los hospitales en el norte de Alemania se han visto abrumados por la crisis, con doctores y enfermeras trabajando turnos dobles durante semanas.
El lunes, el Ministerio de Agricultura de la Baja Sajonia señaló que 23 de 40 muestras tomadas de la granja de germinados de soya resultaron negativas a la muy agresiva cepa "súper tóxica" de bacteria E. coli. La dependencia gubernamental dijo que aún se están realizando exámenes a otras 17 muestras de germinados de la granja.
"Es muy difícil investigar la causa del brote, ya que han transcurrido varias semanas desde que empezó", indicó el ministerio en un comunicado, al tiempo que advirtió que se requieren más exámenes de los germinados y de sus semillas. Los propietarios de la granja orgánica, ubicada entre Hamburgo y Hanover, no emitieron comentarios el lunes ni abrieron sus puertas. Dos guardias de seguridad patrullaban mientras decenas de camiones de televisoras y periodistas esperaban afuera y un helicóptero de televisión volaba alrededor.
Kirsten Grieshaber en Berlín, David Rising en Bienenbuettel, Raf Casert en Bruselas, Daniel Wools en Madrid y AP María Cheng en Londres contribuyeron a este despacho.
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