Lo que empezó años atrás como un tímido esfuerzo de defensa estratégica alternativa, hoy se ha convertido para los funcionarios estadounidenses en la premisa de un mundo cambiante. De acuerdo a informes, agencias federales como el FBI y la CIA han reclutado a un 25% de los piratas informáticos en redes de cibernautas nacionales de alcance internacional.
Uno de cada cuatro 'hackers' estadounidenses informa y trabaja para las agencias secretas de seguridad, como la CIA y el FBI, afirma el diario británico The Guardian. Muchos afirman que con la ayuda de los piratas informáticos Washington intenta fortalecer la seguridad cibernética. Pero otros temen que la medida pueda violar la privacidad y hasta traducirse en un control total de internet.
Según los funcionarios estadounidenses, el propósito de este reclutamiento es combatir los actos delictivos informáticos usando las habilidades de estos especialistas.
Como antecedente en abril pasado la información personal de cerca de cien millones de personas fue robada de los servidores de corporaciones como Sony y Online Entertainment. Recientemente Google también anunció que varias cuentas del correo personal de oficiales gubernamentales fueron el blanco de ataques cibernéticos. Ahora lo que propone Washington es usar 'hackers' para luchar contra 'hackers'. Sin embargo, algunos comentaristas van más allá de este argumento y denuncian que el motivo detrás de todo esto es crear un ejército de cibernautas que controlen la red, un espacio que hasta el momento es una de las pocas fuentes fiables, y hasta cierto punto independientes, de información.
Muchos ciudadanos estadounidenses ven su privacidad violada por la intervención gubernamental en la red. Sin embargo, hay quienes aseguran que se trata de un proceso normal, dado el enorme poder que el ciberespacio representa para las agendas de los países.
"Lo fundamental es comprender que se trata de un campo de batalla como cualquier otro. No creo que estemos hablando exclusivamente de una época de ciberguerras, pero considero que el argumento de un general estadounidense es válido en nuestro tiempo. El militar dijo recientemente que el primer disparo de una próxima gran guerra podría ocurrir en el ciberespacio", dijo a RT Rex Hughes, experto en seguridad informática.
Recientemente el Pentágono ha expresado su intención de castigar militarmente los actos de sabotaje informático. Sin embargo, los límites de esta prerrogativa no están bien definidos. ¿Cuán serio tiene que ser un sabotaje para ser considerado un acto de guerra? Y, dada la naturaleza casi omnipresente de internet, ¿cuál es la certeza de los orígenes de los ataques? Por el momento estos son interrogantes casi tan reales como la importancia del mismo ciberespacio.
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