Este policía de trásito en Filipinas realmente disfruta su trabajo -y sin dudas le fascina bailar.


El oficial detiene el tráfico literalmente con sus alegres pasillos en el cruce de las calles Edessa y Macapagal en Pasay City. Los conductores, transeúntes y colegas de la policía le siguen la rima y se divierten con la sensación callejera. Sus direcciones se obedecen con una sonrisa.

El policía de 54 años, Ramiro, ha estado bailando en el trabajo durante seis años y "dice que sus movimientos siempre mantienen el flujo de tráfico", reporta la BBC.

Ramiro afirma que a pesar de la tensión física por la proximidad a la dirección del tráfico, no prefiere ningún otro trabajo.