La Coordinadora de las Seis Federaciones del Trópico de Cochabamba, en Bolivia, rechazó este martes el Decreto Supremo 4.232 que aprueba el uso de semillas transgénicas en el país suramericano por considerarlo inconstitucional.
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© La VanguardiaEl maíz será uno de los cultivos afectados por el decreto que permite el uso de semillas transgénicas en Bolivia.
La Coordinadora emitió un comunicado en representación de las organizaciones productoras agrícolas de la región de Cochabamba en el que expone que la presidenta de facto, Jeanine Áñez, fue más allá de sus competencias como mandataria transitoria para rubricar la disposición que según el Gobierno persigue la reactivación económica.

No obstante, la Coordinadora ha dicho que la medida complace intereses de los sectores de la oligarquía nacional, violando la Constitución Política del Estado y la Ley de la Madre Tierra.


De acuerdo con la Carta Magna de la nación suramericana, el Estado debe "garantizar la seguridad alimentaria mediante una alimentación sana, adecuada y suficiente para toda la población".

De ponerse en vigor el decreto se emplearía el glifosato, un agrotóxico empleado en el 85 por ciento de los cultivos transgénicos y que es muy nocivo para la salud humana, de acuerdo con estudios científicos.


Esta es una de las razones por la que la Coordinadora rechaza este tipo de agricultura, que favorecería mayormente a las grandes empresas y provocaria la desaparición de medianos y pequeños productores.

En el comunicado se exhorta a a la Asamblea Legislativa Plurinacional a accionar para que la referida disposición sea invalidada.