Rusia y las repúblicas de Asia Central están realizando maniobras conjuntas a gran escala para controlar el sistema de seguridad territorial. Moscú juega el papel clave en la iniciativa al brindar apoyo militar a sus vecinos.
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© Sputnik / Servicio de prensa del Distrito Militar Central
Así, a finales de julio las Fuerzas Aeroespaciales Rusas desplegaron cerca de las fronteras afganas aviones de ataque a tierra Su-25. Las aeronaves fueron trasladadas desde Kirguistán al aeródromo tayiko de Gissar para tomar parte en los ejercicios trilaterales con Tayikistán y Uzbekistán. Los Su-25 servirán como apoyo ante cualquier fuerza que amenace a estas naciones desde tierra.

En junio del 2021, los combatientes del movimiento talibán (catalogado como terrorista y prohibido en Rusia) llegaron primero a la frontera de Turkmenistán y luego a Uzbekistán. Las pocas tropas gubernamentales y los guardias fronterizos afganos se vieron obligados a huir al territorio de estos estados vecinos, que, a su vez, respondieron cerrando las fronteras.

Moscú mantiene estrechos vínculos con los países de Asia Central, ya que los problemas allí inevitablemente tendrán un impacto negativo en su propio territorio, explica el experto militar Vladislav Shurigin. Para Rusia es "fundamental" ayudar a estas naciones a protegerse de las amenazas tanto externas como internas.

El apoyo militar ruso a sus vecinos asiáticos se realiza en el marco de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC). La formaron en el 2009 Rusia, Armenia, Bielorrusia, Kazajistán, Kirguistán y Tayikistán para brindar asistencia de emergencia a sus aliados.

En los últimos años las Fuerzas Aeroespaciales Rusas — las mejor preparadas de entre los miembros del tratado — enviaron a la región no solo bombarderos y aviones de ataque terrestre de forma temporal, sino también varios Tu-22M3 de largo alcance. Los portadores de misiles estratégicos Tu-95MS también apoyaron varias veces a las fuerzas tayikas desde el territorio de Rusia.

Las propias fuerzas armadas de, por ejemplo, Tayikistán, incluyendo a los guardias fronterizos, guardias nacionales y otras formaciones paramilitares, son muy escasas. Cuentan con tan solo 15.000 efectivos. Después de que los talibanes apareciesen en las fronteras del país, el presidente tayiko, Emomali Rahmon, llamó a servir a unos 20.000 reservistas más, pero no es suficiente para proteger toda la zona fronteriza.