Cuando no ha pasado ni un mes de la intensa DANA que azotó a la ciudad de Toledo y municipios del entorno como Cobisa, Argés o Guadamur, y por la que el Consejo de Ministros declaró este martes a Castilla-La Mancha como zona afectada gravemente por emergencias de protección civil (ZAEPC), una fuerte tormenta de granizo provocó la tarde de este miércoles embalsamientos de agua en distintos barrios de la capital regional.
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Se trata de la tercera lluvia torrencial en lo que va de septiembre y que volvió a provocar riadas por calles del Casco Histórico, Palomarejos -en la entrada al servicio de Urgencias del Hospital Virgen de la Salud-, Azucaica o el tramo de la TO-23 que une el Polígono y Santa Bárbara, donde los paseos de Don Eugenio y de la Rosa volvían a revivir inundaciones.


Tal y como señala la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), se registraron 14,4 milímetros (equivalentes a litros por metro cuadrado) en apenas 10 minutos con la tormenta de granizo. Este jueves la AEMET mantiene la alerta por fuertes lluvias y tormentas en nivel amarillo para Toledo.


Burguillos de Toledo

También afectó de lleno la tormenta a Burguillos de Toledo, donde el granizo llegó a acumularse medio metro en la N-401. Así lo mostraba el Ayuntamiento de la localidad con un vídeo en el que se muestra cómo se encontraba la carretera en la vía de servicio que se sitúa a la altura de la residencia de mayores y de Oretana, frente al Mercadona.

Fue necesaria la intervención del Infocam y de bomberos de la Diputación que con una máquina quitanieves pudieron apartar el granizo para permitir el tráfico. También se inundaron varios garajes de la localidad.