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© Iñaki Abella Manuel Seijo
Manuel Seijo es neurólogo, y desde el año 2005 ejerce esta profesión en el Hospital Comarcal do Salnés, donde coordina el área de su especialidad. También forma parte de la Sociedad Gallega de Neurología.

Existen cerca de 200 tipos diferentes de dolor de cabeza, y diagnosticarlos bien es básico para conseguir incrementar la calidad de vida de los que padecen unas enfermedades con una "altísima" prevalencia en las consultas del Hospital do Salnés y que incapacita a quien la padece para hacer una vida normal. Así lo explicó ayer en una sesión informativa el neurólogo Manuel Seijo.

¿Qué incidencia tienen las jaquecas en la comarca?

Los dolores de cabeza son el motivo más frecuente por el que un paciente acude a la consulta del neurólogo. La migraña y la cefalea tensional son los más comunes, pero hay cerca de 200 tipos diferentes de dolores de cabeza. 14 de cada 1.000 habitantes la padecen, y anualmente las 700 primeras consultas tienen que ver con ellos. Su impacto es altísimo.

Se trata de enfermedades influidas por condicionantes genéticos y ambientales ¿Aprecia una mayor prevalencia en algún grupo poblacional?

Las migrañas afectan más a mujeres que a hombres, y en las cuatro primeras décadas de vida el 15% de las que la padecen son mujeres y el 8% hombres. Influyen factores hormonales y genéticos. Los obesos o los roncadores nocturnos también tienen más posibilidades de sufrirla, y en general las personas sometidas a estrés.

Lleva seis años en O Salnés. ¿Diría que han aumentado los casos?

Los factores ambientales influyen, y uno de ellos es el estrés. Y uno de los estresores más importantes de los últimos años es la crisis económica, que genera ansiedad. Y los dolores de cabeza aumentan. No es algo científicamente probado, pero yo creo que éste está siendo un factor condicionante a día de hoy.

¿Se concede la importancia debida a la migraña?

Todavía se minusvalora mucho este problema porque no existen marcadores objetivos, y a veces el entorno del enfermo no le entiende o desconfía. Pero estamos hablando de una enfermedad que repercute terriblemente en la calidad de vida. La Organización Mundial de la Salud equipara su impacto al de la psicosis aguda o la tetraplejia, porque anula a la persona. El 25% de los pacientes tienen más de cuatro ataques al mes, y cada uno dura una media de dos días, lo que da un resultado de un tercio de cada mes inhabilitado para hacer una vida normal. Hay estudios que constatan que la migraña está infradiagnosticada, a veces por la falta de importancia que le conceden algunos facultativos y otras porque el propio paciente aprende a convivir con ella.

¿Es posible prevenir las crisis?

Es importantísimo. La migraña puede tener un tratamiento preventivo satisfactorio en el 80% de los casos, pero el problema es que muchos pacientes no toman esta vía. A veces por desconocimiento el enfermo abusa de los analgésicos, y eso no es bueno, porque si se pasa un umbral aparece un segundo dolor de cabeza asociado a un problema de dependencia de los calmantes.

¿En qué consisten los tratamientos preventivos?

Existen varios grupos de medicamentos, como metabloqueantes, antiepilépticos o antagonistas del calcio que están al alcance de todos y que mejoran la frecuencia y la intensidad de las crisis; además de evitar la cronicidad que puede derivarse del abuso de calmantes. Hay que destacar que el objetivo en las migrañas no es la curación, algo que no es posible, sino el control. Nadie puede presumir de curar migrañas, pero una vez que se consigue mantenerlas a raya el propio cuerpo posee mecanismos para controlarlas. Por eso es muy importante realizar un correcto diagnóstico y aplicar medicación preventiva para mejorar la calidad de vida de los pacientes. Ese es el gran objetivo del tratamiento de las migrañas.