Traducido por el equipo de Sott.net

Recientemente se ha producido un trágico y devastador incidente en el que un niño de 12 años fue atacado con saña por una jauría de perros callejeros en el interior de una escuela primaria de Dera Ghazi Khan.
Una mujer de 91 años murió,ataque de un perro,Michigan,EE.UU.
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Testigos presenciales afirman que la súplica de ayuda del niño cayó en saco roto, tras lo cual sufrió un ataque epiléptico, cayó inconsciente y luego fue mutilado por cinco perros. Al ser trasladado al hospital, el niño fue declarado muerto por los médicos.

La sangre de este niño está en las manos de la administración de la escuela por negligencia, de la corporación municipal local por no controlar la población de perros callejeros en la ciudad, y del servicio de emergencia Rescate 1122 que no llegó a la llamada. La seguridad debería ser la máxima prioridad de las escuelas públicas de todo el país.

En primer lugar, estos perros callejeros nunca deberían haber estado en las inmediaciones del campus. El hecho de que el director no proporcionara asistencia médica al niño durante cuatro horas en un intento de encubrir el calvario es criminal. El ministro jefe ha solicitado un informe al comisario y, si resulta ser cierto, todos los responsables deben ser castigados por su comportamiento negligente que costó la vida a un niño.

Quienes culpan únicamente al animal deben darse cuenta de que los perros vagabundos sufren a menudo abusos, negligencia y golpes, por lo que ven a los humanos como un enemigo o una amenaza. Se vuelven viciosos y agresivos al ser sometidos a la crueldad en las calles. La corporación municipal no ha creado ni aplicado una política al respecto.

Todas las ciudades que tienen una alta población de perros callejeros deberían iniciar una campaña de esterilización y colocación de etiquetas. Es inmoral y vil matar directamente a estos animales cuando se pueden utilizar soluciones alternativas humanas. Además, el Ministro Principal debería celebrar una reunión con el departamento de educación y todos los funcionarios de las escuelas para mejorar y hacer cumplir los protocolos de seguridad con el fin de proteger a los estudiantes y evitar que se produzcan estos incidentes en el futuro.